Los piragüistas piden ayuda para recoger camalote en el tramo urbano

Pepe Alba se detuvo ayer por la tarde sobre el puente del Guadiana en Medellín. La alfombra verde que vio en el agua parecía sacada de las fotos que llevaba en su carpeta del año 2005 . Alba fue uno de los promotores en Badajoz de la plataforma ciudadana SOS Camalote Guadiana contra la invasión del jacinto de agua y estos días comparte su experiencia de hace diez años con un colectivo similar que se está gestando en Medellín.

Alba cree que si no se erradica pronto la invasión de Medellín y Mérida, el problema llegará a Badajoz.

Guarda en su móvil fotos y localizaciones de las plantas invasoras que retiró hace pocos días en la unión del Guadiana con el río Caya y en otros puntos del tramo urbano. De momento, dice que no es nada preocupante «aunque puede serlo».

Y ese mismo temor lo comparten en el Club de Piragüismo de Badajoz, por eso han organizado hoy a las cinco de la tarde y mañana a las diez de la mañana en el azud de la Granadilla una quedada popular de todos los que quieran sumarse a una limpieza del Guadiana y evacuar todo el camalote del tramo urbano.

Su presidente, Juan Carlos Sánchez Gracia, explica que algunos deportistas que entrenan habitualmente en el río llevan tiempo retirado restos y que incluso lo han visto cerca de Puente Ayuda, pero ahora deciden pedir colaboración ante el avance que trae la plaga aguas arriba. La reciente experiencia con el nenúfar mexicano, que empezó como una placa de pocos metros cerca de El Pico y se extendió hasta el azud de la Granadilla, también invita a actuar con previsión. «Vemos que está pasando exactamente lo mismo», dice su presidente.

En Confederación ya han explicado que hay que aprender a convivir con una especie invasora porque ha llegado para quedarse. Por eso aprovechan la estacionalidad -crece con el calor y se apaga con el frío- para actuar. Un punto clave en esta lucha se sitúa en la presa de Montijo, donde la Confederación espera que las compuertas eviten su propagación aguas abajo.

La preocupación de piragüistas, pescadores y miembros de la plataforma creada en 2005 ha ido creciendo en la última semana. La borrasca del pasado sábado rompió dos barreras de contención en Mérida y Medellín, el río ha crecido varios metros desde entonces y podría alojar la planta en las orillas cuando pierda fuerza. «En Badajoz se ve desde el año pasado, pero se ha ido retirando, el problema viene si se descontrola como en Medellín», explica Pepe Alba, quien apuesta por aunar esfuerzos entre colectivos sociales, vecinales y deportivos vinculados al Guadiana para erradicarlo.

Entre los pescadores tampoco hay muchas dudas. Manuel Nogales, de la tienda Bassextrem, cuenta que el nenúfar ya ha expulsado a muchos aficionados del río. «Ha pasado con la fauna invasora como el pez gato. Es cuestión de tiempo, o la próxima primavera o la siguiente se puede repetir lo de 2005».

Entre las voces de alarma hay que sumar a la del presidente extremeño. Fernández Vara se refirió el pasado 13 de octubre en Bruselas al grave problema que acecha al Guadiana y alertó a varios eurodiputados de Portugal de lo que se les viene encima. En la capital europea pidió ayuda internacional ante un problema que puede traspasar la frontera española.

En SOS Guadiana, el colectivo de Medellín hermano del que se formó en Badajoz, también abogan por tratar la colonización como un asunto internacional.

Javier Romero, representante de esta asociación, calcula que en estos momentos hay más de 150 kilómetros de cuenca afectados. Por la información que han recopilado tienen constancia de una presencia cada vez mayor en el entorno de Badajoz.

Llevan varios meses comprobando y midiendo la floración del jacinto de agua y el pasado lunes se percataron de que el tapón de la desembocadura del Ortigas en el Guadiana, cerca de Don Benito, se había dispersado con las lluvias. «Todo eso va río abajo y llegará a Badajoz en pocos días, basta con que llueva otra vez».

Varios miembros de SOS Guadiana se han reunido con el presidente de la Junta, con Blanca Martín de la Asamblea y con portavoces de todos los partidos políticos.

A la reunión acuden con un vídeo grabado con un dron donde se aprecia en tomas aéreas el avance del camalote. «Todos te dicen que conocen lo que ocurre, pero cuando ven las imágenes se dan cuentan de la dimensión, les impresiona».

El temor no es sólo por daños ambientales o por las molestias que causa a pescadores o piragüistas, también hay en juego un claro perjuicio económico si la planta entra en los canales de riego y tapona las acequias. «En algunas regiones de China tienen un serio problema con los arrozales por esta misma planta».