El primer día de huelga en el campo frena la recogida de la fruta extremeña
Las Vegas del Guadiana, una de las grandes zonas productoras del país, evidencian los efectos de un paro que los sindicatos subrayan como «éxito rotundo» mientras Afruex minimiza su impacto
Manos bajadas de forma mayoritaria en la recogida de la fruta de hueso, clave en la agroindustria extremeña. La primera convocatoria de los tres días ... de huelga en el campo por la falta de convenio regional deja mucha fruta en las parcelas y sitúa en bajo nivel el trabajo en las centrales hortofrutícolas. Esto sucede en Extremadura, en su gran zona productora, las Vegas del Guadiana, desde poco después de las seis de la mañana, hora a la que habitualmente se incorporan a sus faenas los temporeros de la fruta. En esta ocasión se han visto no en el campo sino en el entorno de las grandes fincas y de las centrales, en una jornada sin incidientes reseñables y que ha contado, en todo caso, con presencia visible de efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional. La carretera de Badajoz a Olivenza fue cortada momentáneamente.
«El paro ha sido un éxito rotundo», claman los sindicatos CC OO y UGT, convocantes de esta medida tras tres años sin convenio del campo extremeño. En cambio, la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex) minimiza el impacto de la huelga y las circunscribe a las grandes explotaciones.
El día amaneció tranquilo en El Escobar, en Mérida, donde el grupo Catalá tiene instalaciones parcialmente (la nave principal se quemó el año pasado) y decenas de hectáreas. Una valla impedía el acceso al personal que no era de la empresa con el objetivo de que el piquete informativo no accedería más allá. Alrededor de 150 jornaleros se concentraron durante alrededor de tres horas para evidenciar que hoy no iban a trabajar y estaban de acuerdo con la protesta. Buena parte de ellos son de Calamonte, Arroyo de San Serván y municipios del entorno de la capital de Extremadura. Contaron a HOY que de los dos autobuses que salen a diario desde Calamonte a Gévora, donde El Escobar tiene este año su central provisional, solo ha salido uno y con 30 trabajadores en él.
A ese punto se sumaron las secretarias generales de CC OO y UGT, Encarna Chacón y Patrocinio Sánchez, respectivamente.
Alrededor de 250 personas se congregaron desde las 5.30 de la madrugada a las puertas de Tany Nature, en la entidad local menor de Zurbarán, en las Vegas Altas del Guadiana. La mayoría de fincas de frutales en la zona de Zurbarán y Valdivia se encuentran hoy vacías. «Somos trabajadores, no somos esclavos», se coreó en Zurbarán, donde el grupo extremeño Tany Nature tiene su sede, informa Estrella Domeque.
En las Vegas Bajas, desde las siete menos cuarto se empezaron a reunir los huelguistas convocados en la Finca La Adelantada, en la carretera de Badajoz-Olivenza, informa José Tomás Palacín. «Si estamos un mes sin cobrar, pues estamos un mes sin cobrar. Para ellos, un mes es tirar la cosecha al suelo», se indicaba desde ese punto referente hoy de la jornada de huelga junto a Mérida y Zurbarán.
Entre Mérida y Calamonte se visualizó también una concentración de trabajadores que se sumaban a la huelga y sindicalistas en la cooperativa Frutaex. Buena parte de la plantilla de Frutaex que inicialmente no secundó el paro se sumó después de las diez de la mañana al mismo tras recibir información por parte de Saturnino Lagar y Ricardo Salaya, responsables de las federaciones Agro de CC OO y UGT, respectivamente.
Declaraciones
En Mérida, Encarna Chacón, líder regional de CC OO, subrayó que Extremadura «debe estar muy orgullosa de su clase trabajadora. Los empresarios deben tener abiertas las orejas. Solo se está reclamando un convenio digno. No estamos en la época de los Santos Inocentes». Por su parte, Patrocinio Sánchez, de UGT, agregó que era un día «importante» y los trabajadores lo tenían claro al haber secundo de forma abrumadora el paro.
Desde la parte patronal, el gerente de Afruex, Miguel Ángel Gómez-Cardoso, habla de un seguimiento «muy bajo» a la vez que indica que que «en fincas grandes hay piquetes, que son de todo menos informativos. Paran los coches de otros trabajadores, el tráfico, son violentos». Además, ha asegurado que el 100% de las centrales hortofrutícolas están en funcionamiento y que, según sus cálculos, el 80% del campo está trabajando. »En fincas grandes la gente ha parado, pero en otras, que no puedo decir por seguridad, no».
Sobre el convenio del campo, Gómez-Cardoso subraya que lo tenían todo cerrado a falta de un tema «técnico» relacionado con los fijos discontinuos, relacionado con la reciente reforma laboral. «Pero los sindicatos tenían programada la huelga desde hace meses. Mienten. La verdad es que todo lo que piden estaba en el convenio, pero tenían la necesidad política de salir a la calle por la imagen que tienen de ellos en España». E insiste: «Todos los puntos están cerrados, todos. De hecho, ayer a última hora intentamos hablar con ellos para ver qué se podía hacer y dijeron que la huelga no se paraba. Han utilizado y están haciendo mucho daño al sector de la fruta».
Por su parte, Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE, en un tono conciliador, repite la palabra negociación hasta tres veces. «Esta huelga afecta mucho al sector de la fruta de huerto en la región, aunque el seguimiento ha sido desigual. Nosotros hemos estado sentados hasta el último momento, pero tanto sindicatos como patronal no han querido hablar. No lo entendemos».
Para Huertas, lo que hace falta es «voluntad» y pide una mayor «responsabilidad». «Esta huelga puede dañar al sector, sobre todo en un año en el que pensábamos que por fin íbamos a recuperarnos. Negociación, negociación, negociación. Es lo que pedimos«.
A media mañana, a través de nota de prensa, UPA-UCE exigió que se desconvoque la huelga en el campo y que continúe con la negociación. No solo eso. Pide «un corredor para que las explotaciones familiares y profesionales, que son las que respetan las condiciones de salarios a los trabajadores puedan entregar la fruta en las centrales». La organización agraria, que está integrada en UGT, se «desmarca de la posición que han adoptado los sindicatos y una parte de la patronal, que ni tan siquiera ha querido sentarse a negociar un convenio del campo digno para Extremadura».
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