«Hay arrozales en los que solo ha habido un 22% de germinación»

–¿Qué problema han detectado en el arroz de este año?

–Buena parte de la semilla que sembramos hace ya más de tres meses con siembra directa no ha germinado, y es algo visible ya que presenta muchas zonas donde directamente no ha nacido. Lo que está pasando es que en lugar de salir el tallo por la arista, nace por el endosperma, que es la zona de la barriga de la semilla, por lo que al venir defectuosa no germina.

–¿Ha ocurrido en alguna otra ocasión?

–Algo tan generalizado no ha pasado nunca. En el envase ya pone que el porcentaje esperado de germinación de la semilla es del 80%, y sabemos que siempre algo se pierde, pero no tanta cantidad. Se supone que es semilla certificada y que ha pasado unos controles de calidad de germinación.

–¿En qué medida ha germinado?

–Hemos encargado varios test de germinación en laboratorios autorizados, tanto de Extremadura como de otras comunidades y han arrojado diversos porcentajes, que van desde arrozales que han tenido un 22% a un 38% de germinación, por lo que dista mucho de lo que sería normal. Pero a ello no solo se une la falta de producto que no ha nacido, sino la proliferación de muchísima hierba en esas zonas despobladas. Normalmente, con la semilla de arroz híbrido nos adelantamos al ciclo de crecimiento de la hierba, de tal manera que el arroz se desarrolla antes y no deja opción a la hierba a crecer. Pero este año hay campos totalmente plagados. Además, el problema persistirá el año que viene, porque toda esa semilla de la hierba quedará en el suelo y volverá a salir.

–¿Cuántos afectados hay?

–Somos muchos de varios pueblos de las Vegas Altas; todos aquellos que adquirieron el mismo tipo y lote de semillas. En mi caso sembré cinco hectáreas, pero hay quien sembró hasta 20, habiendo una inversión muy costosa, y lo está pasando muy mal viendo el resultado que tendrá. Todos no nos podemos haber equivocado en la siembra, por lo que el problema está en la semilla y queremos llegar hasta donde haga falta para demostrarlo. De hecho, ese arroz se ha plantado en tierras muy diversas, tanto floja, como gorda, unos con siembra temprana y otros tardía, y todos hemos tenido el mismo problema.

–¿Esperáis obtener alguna compensación?

–Estamos estudiando distintas medidas a emprender y nos están ayudando desde La Unión Extremadura. No podemos permitir que si el rendimiento de una hectárea es normalmente de más de 10.000 kilos, este año vayamos a tener 4.000 o menos.

–¿Hay algo que se pueda hacer?

–Algunos han resembrado esas zonas, con el coste añadido que conlleva. El problema es que puede que todo no esté a punto a la vez para ser cosechado. Ello supondrá que habrá distintos grados de humedad en el grano, y también que cuando unas matas de arroz estén en el momento óptimo de la cosecha otras se hayan caído al suelo. Y ese arroz seguirá ahí para el año que viene, con los problemas que pueda acarrear a la hora de volver a sembrar.

–¿Qué pérdidas económica estimáis que habrá?

–La inversión en semilla de arroz híbrido es de aproximadamente 500 euros la hectárea. A eso debemos sumarle el resto de tratamientos que se hacen, que son unos 1.200 euros la hectárea.