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Francisco Volante, trabajando en una dehesa:: ABC
El 'mesías' de las dehesas

El 'mesías' de las dehesas

Un agricultor de Huelva consigue atraer aves, murciélagos y arañas al campo para frenar la enfermedad de la seca

inma lopera | abc sevilla

Miércoles, 25 de noviembre 2015, 16:19

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El «milagro» de multiplicar las especies que pueblan las dehesas andaluzas, alargando la vida de estos ecosistemas tan amenazados hoy día por la enfermedad de la seca se debe a Francisco Volante, agricultor y ganadero onubense. No es hijo de carpintero, aunque este «mesías» del campo ha encontrado en la carpintería, y más concretamente en unas cajas de madera que él mismo fabrica artesanalmente, el don de curar a las encinas y alcornoques de una muerte segura ante el ataque de plagas como el cerambyx, que se come al árbol desde dentro, o del hongo Fitóftora, que infecta las raíces de los árboles e impide la absorción del agua y de sales minerales del suelo.

Su método, bajo la denominación de «cajas de biodiversidad», se puso en marcha hace cinco años en más de 40 fincas de Huelva, Sevilla y Córdoba, y ya se pueden apreciar que «está resultando un éxito, a la vista de la recuperación de muchas dehesas que estaban agonizando», señala el autor. En concreto, Volante ha ideado un método sencillo, que busca que distintas especies de aves, arañas y murciélagos vuelvan al ecosistema de la dehesa y sean estos depredadores los que acaben de manera natural con los insectos y gusanos perjudiciales para los árboles.

«Los murciélagos cazan al vuelo al cerambyx, el problema es que en la dehesa ya apenas se ven animales, pues es difícil hasta oír un pájaro cantar, cuando las aves son las que pueden acabar con las orugas defoliadoras que dañan las encinas», declara el agricultor.

Biodiversidad muy pobre

Francisco lleva ligado a la dehesa desde niño y asegura que en estos ecosistemas ha habido «un empobrecimiento progresivo de la biodiversidad», defendiendo que «cada ser vivo juega un papel determinante en este ecosistema». Por eso, su papel es el de «restaurar la biodiversidad dotando de vida a las dehesas», y para ello ha colocado «colmenas y unas cajas de madera en los árboles a modo de nidos artificiales, que sirve de refugio a distintas especies de aves, de insectos auxiliares y de murciélagos», explica el agricultor.

El método se puso en marcha en primer lugar en la provincia de Huelva, en unas fincas experimentales cedidas a Volante por el Foro Encinal, gracias a un convenio de colaboración firmado por el presidente de la entidad, José Luis García-Palacios Álvarez y el propio inventor del método. A la vista de los buenos resultados de sus prácticas de lucha biológica, Volante ha ido colocando sus cajas en dehesas de Córdoba, Sevilla, Badajoz, Talavera de la Reina, e incluso en Portugal, dotando a las dehesas españolas de «unos 4.000 nidos artificiales», subraya.

Hasta la fecha, el ideólogo ha patentado ya dos modelos distintos de cajas nido, y para la próxima primavera espera poder tener listo la patente de otro modelo mejorado.

Para obtener resultados positivos, lo ideal es «colocar una caja cada dos o tres hectáreas, aunque depende del número de árboles que tenga la dehesa», explica el autor. Los resultados serán visibles «a los tres o cuatro años, pues las encinas y alcornoques recobran vigor, aumenta la producción de bellota, y las dehesas recuperan la vitalidad que tenían antes», señala.

Y es que de esas cajas nidos repartidas por las dehesas españolas nacen «más de 20.000 pájaros cada año», aunque para ello «es necesario saber colocar las colmenas y los nidos de forma estratégica, crear puntos de agua para que beban los animales, echarles comida en épocas de escasez y hacerles un seguimiento constante», sentencia.

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