Incendios, aunque llueva
La sequía no se ha solucionado con estas precipitaciones, al menos en lo que afecta al campo
JUAN QUINTANA
Lunes, 5 de junio 2023, 08:14
Con las lluvias que están cayendo puede parecer fuera de lugar hablar de los dos temas elegidos en estas dos últimas semanas: la sequía y ... hoy los incendios. Pero es que los incendios se apagan en invierno y el desarrollo de vegetación que va a generar estas aguas va a ser combustible para cuando vengan los calores. Por otro lado, la sequía no se ha solucionado con estas lluvias, al menos en lo que afecta al agro. Además, de acuerdo con los datos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, el cambio climático está adelantando el periodo de riesgo alto de incendios, en concreto este año se ha anticipado un mes y medio la campaña de incendios forestales. Ello conlleva adelantar determinadas limitaciones agrarias, como el uso de maquinaria y las quemas agrícolas. Hay que recordar que el año pasado las quemas generaron el 9% de los incendios, el 19,2% si se consideran solo las provocadas de forma accidental. A estas hay que añadir el 10% por quemas ganaderas, incluida la regeneración de pastos.
En todo caso, en estos últimos años no está aumentando el número de incendios, ya que nos mantenemos más o menos en la media de la última década, pero sí ha crecido de forma significativa la extensión de los mismos. Por ejemplo, en España se ha pasado de una media de 94.000 hectáreas quemadas, a 267.000 hectáreas, y de 21 grandes siniestros a 57 en 2022. El origen más o menos se mantiene, pero sí han aumentado los incendios producidos por causas naturales.
Por ello, es importante y así lo ha recordado el Seprona, que los agricultores estén pendientes de toda la normativa aplicable en cuanto al uso de maquinaria o la quema, cumplir las condiciones autorizadas y que esté en pendientes de los avisos a través de medios, ayuntamientos, etc. Cierto es que con estas aguas en muchos casos las restricciones se pospondrán.
En el caso de Extremadura las alarmas saltaron con los incendios del último mes, y ha puesto sobre la mesa el peligro de algunas obligaciones establecidas por la Política Agraria Común, tanto en cultivos leñosos como en herbáceos. La obligación de dejar cubiertas vegetales para, aumentar pastos naturales, potenciar la biodiversidad y evitar la erosión, son técnicamente entendibles desde una perspectiva medioambiental. Sin embargo, desde ese mismo punto de vista son tremendamente arriesgadas en territorios con alto riesgo de incendios como es Extremadura, ya que generan una gran masa vegetal que se seca en verano y es combustible en abundancia para la propagación de incendios.
Hay que recordar que los incendios forestales son un fenómeno recurrente en España, y su incidencia y gravedad han aumentado en las últimas décadas. El cambio climático es uno de los factores que está influyendo en el aumento de su frecuencia e intensidad en nuestro país. Uno de los principales impulsores es el aumento constante de las temperaturas, lo que acelera la evaporación en los suelos y en la vegetación. Además, el cambio climático también está afectando a los patrones de precipitación en España, lo que aumenta el material vegetal seco, que contribuye a la generación y extensión de los incendios.
El cambio climático también ha aumentado la probabilidad de que se produzcan tormentas eléctricas sin precipitación, las llamadas tormentas secas. Estas producen rayos que impactan directamente en áreas con vegetación seca, desencadenando incendios forestales, siendo de hecho unos de las principales causas de incendios en nuestro país.
También está produciendo un impacto en los ciclos naturales de las plantas. En España, las sequías prolongadas y las temperaturas más altas están afectando a la salud y la distribución de las masas forestales. Los bosques debilitados y estresados son más susceptibles a las plagas y enfermedades, y ello incrementa la cantidad de biomasa muerta y seca que cataliza los incendios. Además, la pérdida de biodiversidad causada por el cambio climático reduce la resistencia de los ecosistemas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión