Irlanda estigmatiza el vino
ANÁLISIS AGRARIO ·
Ha decidido modificar el etiquetado de las botellas e incluir mensajes destacados indicando que su consumo es nocivo, una legislación de 2016 a la que se opusieron doce países de la UEJUAN QUINTANA
Lunes, 13 de febrero 2023, 08:32
Ya quedó atrás la semana del vino, con el punto de encuentro de la Barcelona Wine Week (BWW) , donde han coexistido los vinos innovadores, orgánicos, naturales, junto con la amplia y prestigiosa variedad de vinos convencionales, en todas sus categorías. Sin embargo, no ha quedado tan atrás una semana marcada por la decisión del Gobierno de Irlanda de modificar el etiquetado de las botellas de vino, e incluir mensajes destacados indicando que su consumo es nocivo. Realmente es una legislación que data de 2016 y a la que en su momento ya se opusieron doce Estados miembros. En todo caso una decisión que, a pesar de la lejanía donde se ha adoptado, tiene un impacto directo en nuestro sector.
Sobre este asunto, tanto el Gobierno como los bodegueros españoles y de otras zonas productoras europeas, han vuelto a recordar al Gobierno irlandés y a la propia Comisión Europea (CE) que esta norma nacional podría ser contraria al mercado único, ya que un Estado no debería tener competencias para regular de forma unilateral un aspecto tan sensible como el del etiquetado. Se trata de una cuestión delicada sobre la que la CE debería pronunciarse, a pesar de que hasta la fecha se ha inhibido, y en la que no parece claro que pueda o quiera actuar de forma ejecutiva. Lo que sí es cierto es que no es coherente con la norma española, en la que a las bebidas fermentadas, como vino, cerveza o sidra, se les considera alimentos. Una singularidad derivada de la gran cultura de producción y consumo de vino en nuestro país, reforzada por la opinión que durante años ha calado, basada en diversas recomendaciones científicas, de que un consumo moderado de vino es saludable o, al menos, no es perjudicial. Algo que por cierto cada vez se discute más, dentro del mismo ámbito científico. En todo caso, el contexto poco tiene que ver con el de consumo del tabaco que, de forma intuitiva, nos viene a la cabeza, y sobre el que hay consenso total de su efecto pernicioso. De ahí que para este producto se implantara este tipo de etiquetado, algo que fue bien entendido por la sociedad en su conjunto, aunque por supuesto no gustara al sector productor.
Al margen del debate sobre cuestiones de salud, es una realidad que esta medida puede afectar a nuestros productores. No tanto por la relevancia del mercado irlandés, en la decimosexta posición de los países importadores de vino español, con un valor que supera ligeramente los 33 millones de euros. El problema puede venir por el precedente que supondría para otros Estados, que si la CE la acepta, verían en esta medida una alternativa regulatoria.
El Gobierno español y bodegueros europeos advierten de que esta norma nacional podría ser contraria al mercado único
Entre tanto este sector presentó en la mencionada BWW una iniciativa para promover la reutilización de las botellas de vidrio de uso doméstico a través del canal HORECA, ya que a través del canal de comercio alimentario es todavía muy complejo. Detalles aparte, un proyecto que refuerza el eficiente modelo actual de reciclaje gestionado a través de Ecovidrio. Un sistema que no solo debe ser medioambientalmente sostenible, sino también desde una perspectiva técnica y económica. Para ello es necesario reforzar la resistencia del vidrio, lo que pasa en gran medida por reforzar su gramaje, algo que para facilitar el reciclado se venía reduciendo de forma continuada. La cuestión es que posiblemente los vinos de alta gama opten por mantener líneas de fabricación y diseño ajustadas a sus estándares de calidad y mercado, lo que impediría que haya un compromiso masivo con este nuevo planteamiento.