Debacle en el caprino de leche, puerta a la esperanza
LUIS RODRÍGUEZ
Viernes, 3 de marzo 2023, 09:09
El fuerte incremento de los costes de producción es una tendencia que está lastrando a todos los sectores productivos en Extremadura y en todo el ... país, pero en el caso del caprino de leche está afectando de una forma tan negativa que la consecuencia es el abandono de la actividad por parte de muchos ganaderos extremeños.
Esa pérdida es mayor que la económica que están sufriendo los que aún continúan en el sector, porque el cierre de explotaciones es algo que difícilmente se recupera. Y esta situación se traslada además al consumidor, porque si no hay ganaderos, no habrá producción.
La línea en los gráficos de número de ganaderos, explotaciones y producción de leche de cabra cae en picado en los últimos años y se ha acrecentado de forma más que notable en el último año. Hay que reconocer que el precio de la leche de cabra ha subido y se está pagando más a los ganaderos de caprino de leche, pero no es suficiente para compensar todas las pérdidas registradas el año pasado y, mucho menos, el cierre de explotaciones y el consecuente abandono de la actividad.
Ese precio es lo único que da esperanzas a los que aguantan en el sector, a pesar de arrastrar un importante déficit del año pasado. Porque lo cierto es que muchos se han quedado por el camino. Y solo ese es el motivo de ese aumento del precio, que hay menos producción de leche de cabra por el cierre de explotaciones.
Actualmente, y con datos del pasado mes de diciembre, Extremadura cuenta únicamente con 428 ganaderos de caprino lechero, de los 522 que iniciaron en ejercicio 2022. Una cifra que supone que el 18% de las explotaciones que teníamos hace un año ha cerrado. Y eso supone un gran problema económico y social para los ámbitos rurales de la región.
Esta situación especialmente delicada que vive el sector está motivada por las pérdidas ocasionadas por el aumento de los costes de producción, que se han duplicado, sin que lo ganaderos puedan repercutirlo en su producción. Unos costes que son inasumibles para muchos ganaderos y que superan al precio de la producción.
Sin embargo, este sector, estos ganaderos son un verdadero ejemplo de resiliencia. Enamorados de su trabajo, sostienen todo un entramado de pequeñas y medianas industrias queseras y de un sinfín de servicios indirectos. Y, también, por qué no decirlo, de cooperativas de caprino. Destaca el hecho de que en el seno de esas cooperativas los ceses de explotaciones se han limitado al 11%, lo que demuestra sin duda que la organización aporta estabilidad.
La esperanza también aporta noticias solidas para el futuro inmediato. Los precios de los cereales han cedido, la nueva campaña de los forrajes está a punto de llegar, lo que reducirá los costes de alimentación.
La nueva PAC equipara la ayuda al caprino lechero a la que percibían los ganaderos de ovino lechero, una reclamación histórica del sector.
El tamaño medio de las explotaciones extremeñas ha subido un 12%, demostrando que el tamaño es definitivo para la supervivencia de las explotaciones.
Y la llegada de nuevos reconocimientos de calidad para nuestros productos, como la DOP Queso de Acehúche o la IGP Cabrito de Extremadura, son elementos que suponen una puerta a la esperanza de este sector, que sin duda verá recompensado en breve el esfuerzo de aguantar la debacle de 2022.
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