Crece la brecha de precios
ANÁLISIS AGRARIO ·
Todos los grandes costes de las explotaciones se han disparado, lo que crea un escenario desolador, que además se ve amenazado por propuestas gubernamentales para limitar los precios en destinoJUAN QUINTANA
Lunes, 19 de septiembre 2022, 08:20
La tasa interanual de los precios en origen pagados a los agricultores y ganaderos subió más del 22% el pasado mes de mayo, de acuerdo con la información publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esta cifra se elevó al 26% en el caso de los productos agrícolas, y se situó en el 18% para los ganaderos.
Estos datos serían una excelente noticia en un año normal, pero no es este, ya que los costes de producción se han incrementado en más de 38%, por lo que los márgenes se han reducido en 12 puntos porcentuales. El problema añadido es que estos costes siguen subiendo mes a mes de forma sustancial.
Solo en los tres meses previos se incrementaron en 9 puntos, mientras que los precios en origen lo hicieron en menor proporción. Es decir, la brecha entre costes y precio en origen sigue creciendo, lo que lleva a las explotaciones a una pérdida acelerada de rentabilidad.
Los que más se están encareciendo son los fertilizantes, donde los nitrogenados repuntaron en más de 145% en el último año, y otros como los simples y potásicos también experimentaron subidas de tres cifras.
El gasto energético también está siendo muy desestabilizador. Tanto los carburantes como la electricidad han aumentado el 87% y el 74% respectivamente. A su vez los piensos han experimentado una curva de crecimiento histórica, especialmente significativa para el porcino y el ovino, con un encarecimiento superior al 40%.
Sin embargo, si nos vamos a los meses posteriores a mayo, de acuerdo con los datos facilitados por la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE), los precios de los cereales están empezando a bajar con respecto a los marcados en el mes de julio. Han caído entre el 6-7% para el trigo blando, maíz y cebada. Este pequeño respiro se ha debido, entre otros factores, a que Estados Unidos va a obtener una cosecha normal y, en su conjunto, el hemisferio norte va a tener una caída de producción menor de lo que se vaticinaba.
Por otro lado, el desatasco del cereal ucraniano como consecuencia del acuerdo multilateral con Rusia ha permitido tranquilizar a los mercados. Sin embargo ahora la bajada se ha frenado, algo en lo que probablemente han impactado las actuales dudas de Putin sobre el mencionado acuerdo. Ya avisábamos en este mismo espacio que los alianzas comerciales entre países en guerra son papel mojado, y lo esperable es que se incumplan, si no en el corto, al menos en el medio plazo. Ahora el dirigente ruso alega que la gran mayoría del cereal ucraniano va a la Unión Europea (UE) y no llega a los países en vías de desarrollo, lo que según él, puede generar un importante desequilibrio alimentario y una injusticia social. Ni que decir tiene que es un argumento peregrino dirigido a justificar su decisión ante su propia opinión pública, ya que es habitual que este cereal vaya a la Unión Europea, uno de los mayores consumidores, por cercanía y por potencial de consumo interno y de exportación.
En todo caso, en España no se prevén problemas de desabastecimiento, aunque sí es posible que en este otoño y según se desarrolle el conflicto, los precios vuelvan a repuntar.
En definitiva, todos los grandes costes de las explotaciones se han disparado, lo que crea un escenario desolador para el sector, que además, se ve amenazado por propuestas gubernamentales que pretenden limitar los precios en destino, lo que todavía estrangularía más a la cadena. Un planteamiento poco sensato, que ya anticipamos la anterior semana podría chocar frontalmente con los principios del libre mercado, algo que no ha tardado en subrayar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.