El fútbol cacereño despide a Sergio Trejo

El insólito lleno que ayer presentaban las gradas del Príncipe Felipe no se debía a una final ni a una visita de la Selección. Era la gente del deporte cacereño rindiendo homenaje a un futbolista modesto a quien bastaron 28 años de vida para dejar una huella imborrable en cuantos le trataron y disfrutaron con él horas y horas de amor por el fútbol, amistad y compañerismo.

Sergio Trejo Vaca murió el pasado 26 de marzo en un accidente de tráfico que se vio envuelto en trágicas circunstancias, ya que nadie se enteró hasta que su cuerpo apareció dentro del vehículo a la mañana siguente. Se había salido de la autovía con tan mala suerte que cayó en un lugar que no podía verse desde la carretera. Acababa de comprar una casa para vivir con su novia, Montaña, embarazada de varios meses.

Pero los familiares, amigos y compañeros de Sergio Trejo no se reunieron ayer en el Príncipe Felipe para recordar el accidente, sino para despedirse por última vez de un joven con carisma. El tópico de buen jugador y mejor persona era en su caso cierto, y para comprobarlo bastaba escuchar cualquiera de las conversaciones que ayer se entablaban en la tribuna del estadio. «Su sueño era ascender este año a Tercera, y esa fuerza se la ha transmitido a sus compañeros porque desde el accidente juegan como nunca pensando en cómo lo haría Sergio», señalaba Domingo Barroso, el presidente del Ciudad de Cáceres.

El homenaje estuvo organizado en gran medida por Álex, uno de los mejores amigos de Sergio. Los dos eran capitanes del CD Ciudad de Cáceres, el equipo de Regional Preferente en el que ambos jugaban esta temporada, y que ayer se enfrentó a un combinado compuesto por 32 futbolistas de 12 clubes de la provincia, la mayoría de ellos de Preferente, aunque también estaban Toni y Sergio Sánchez, del Cacereño de Tercera División.

Jugaron sus hermanos

Los dos hermanos de Sergio, Rubén y Agustín Trejo, que militan en el Veracruz y el Cacereño juvenil , jugaron ayer con el Ciudad de Cáceres. Precisamente fue Agustín quien marcó en el último minuto el penalti que les dio la victoria por tres goles a dos, aunque estaba claro que el resultado era lo menos importante.

Lo vieron desde el palco los familiares de Sergio. Consuelo, su madre, y Montaña, su novia, recibieron antes del partido placas y ramos de flores de instituciones como la Federación Extremeña de Fútbol y el Ayuntamiento de Cáceres, y también de los compañeros y de la Asociación Deportiva contra la Droga. Un intenso minuto de silencio precedió al partido, arbitrado desinteresadamente por Villa Maestre y Rubio Álvarez, con Pajares Alviz de asistente.

Lo principal era la demostración de cariño hacia Sergio y también conseguir fondos para ayudar a Montaña. A ella se le entregará toda la recaudación del partido, sumada a lo que se consiga en la fila cero abierta en la cuenta de Caja Extremadura 2099 0158 79 0070009044. Según el vicepresidente del Ciudad de Cáceres, Leo Santos, quien se deshizo en agradecimientos para todos los que colaboraron en hacer del homenaje un éxito, la previsión es vender las 5.000 entradas que se imprimieron a un precio mínimo de dos euros, ya que se podrán seguir comprando durante los próximos días.