El extraño hombre gato y los ángeles malos
Por enriquecer esta sección, el equipo de este periódico Los Lorenzo (el fotógrafo y el que esto escribe) está vivo de milagro
SERGIO LORENZO
Lunes, 21 de mayo 2012, 13:47
Por enriquecer esta sección, el equipo de este periódico Los Lorenzo (el fotógrafo Lorenzo Cordero y el que esto escribe) está vivo de milagro.
Los pintores Valentín Batalla y Ángel Sotomayor nos hablaron de unos terroríficos ángeles pintados en una ermita en el viejo cementerio de Talaván, y allí fuimos. Tuvimos que escalar un muro y adentrarnos en una especie de pequeña selva hasta llegar a las ruinas de la ermita del cementerio que lleva abandonado casi un siglo. Apartando vegetación entramos en un habitáculo con cielo y nichos abiertos, con una gran higuera dominando el espacio. Llegamos con dificultad a una cúpula que amenaza caerse pasado mañana. Allí, en la cúpula estaban pintados unos 20 ángeles con dientes de piraña, mirada hipnótica y una especie de tiara sobre la cabeza. Bajo sus caras y alas, un latinajo que aún no he logrado descifrar (OBIATUSESTQUIAIPSEVOLUIT. ETPECCATANOSTRAIPSE. PORTAVIT. ESAIES), y el año 1628 que será la fecha en la que se hizo la demoniaca pintura. Había huesos humanos por el suelo.
Al irnos nos fijamos en que en la pared frente a los nichos violentados, había el dibujo... de un hombre gato con un sombrero redondo. El fotógrafo subió por las ramas de la enorme higuera para retratarlo de cerca y fue al bajar, que lo hizo más rápido de lo que quisiera y se clavó una rama asesina en un costado. Tuvieron que ser las ganas de salir cuanto antes de este lugar, que no pasaron más de tres minutos cuando estábamos sobre el muro del camposanto. Quizá fue por la penumbra del atardecer o porque ese día estrenaba mis primeras gafas progresivas, que cuando miré hacía abajo dije para mí: «aquí no hay más de 40 centímetros» y sin dudarlo ni un segundo, salté.
Desde el suelo, dado la vuelta como una cucaracha, pude ver la cara de asombro del compañero Lorenzo, que no daba crédito a como había decidido tirarme desde más de dos metros de altura. «¡Vámonos cuanto antes de este lugar maldito!» dijimos a la vez, montando los cuerpos doloridos en el coche para desaparecer a velocidad de vértigo.
Ha sido el mismo pintor Ángel Sotomayor que nos habló de los ángeles que ahora aparecen en mis pesadillas, el que el pasado miércoles participó en el Gran Teatro en la presentación del Festival Womad. Hicieron una performance para mostrar al publico como se desarrollan los procesos creativos: Jesús Custodio hizo de modelo bailando al son de la guitarra de Ale Girardt, mientras Paco Rosco le dibujaba, Sara Polo hacía un vídeo, Delia Sánchez una escultura; y Ángel Sotomayor y Maika Cortés creaban poesías que recitaba Raquel Palma.
Hoy es el día grande del Womad, en donde es de alabar la postura de los propietarios de tres locales, que aportan música además de la que hay en los escenarios oficiales (Plaza Mayor y San Jorge). En Aldana, en plena Ciudad Monumental, a las 15.00 horas actúa Zaira, a las 18.00 Pares Sueltos y a las 21.00 horas El Chico (homenaje a Triana). En el Corral de las Cigüeñas, a las 13.00 horas toca Kunkere Arritmia Compulsiva, a las 17.00 El Mono Pintor, a las 20.00 Ulträqäns y a las 22.00 horas The Funkesteins. En el mesón El Encinar, en plena Plaza Mayor, habrá música desde las 12.00 a las 16.00 horas con Pelajancanu, Er Perro Andaluz, Berzosax Saxophone Quartet, Berrio Xiko y Van Jam Groove.
Quien quiera estrenar tatuaje en el Festival, hoy hay maratón de tatuajes en Wizard Tattoo, en la calle Ceres, 8. Se quiere llegar a hacer 100 tatuajes.
El mismo miércoles que se presentó el Womad, en el salón de actos del Colegio de Médicos, Luisa Clemente Fuentes presentó su libro 'Los orígenes de la medicina preventiva y social en España. El Instituto Provincial de Higiene de Cáceres», un brillante trabajo que mereció el Premio Arturo Barea 2010. El libro asombra al ver como hace 80 años en esta provincia se aplicó un modelo de sanidad que luego se aplicó a toda España en la Segunda República. Quien estuvo a la cabeza de este progreso sanitario fue el doctor Francisco Ruiz-Morote, nacido en Ciudad Real en 1895 que llegó a Cáceres en 1925 para dirigir primero las Brigadas Sanitarias Provinciales y luego el nuevo Instituto Provincial de Higiene de Cáceres de la Diputación, para el que se levantó un hermoso edificio en 1930, que es el actual Centro de Salud Plaza de Argel, junto a la Plaza de Toros. Ruiz-Morote se formó en Estados Unidos, en Baltimore en donde tuvo como compañero a un hijo del rey de Siam, y al volver a Cáceres puso en funcionamiento el cuerpo de Visitadoras Sanitarias, que iban a todos los rincones de la provincia para enseñar a las madres a cuidar a sus bebés. Entre 1925 a 1929 hubo en Cáceres 2.032 defunciones de las que 541 (un 26%) fueron menores de un año. En 1929 en España de cada mil nacidos vivos 123 se morían antes del año, en Cáceres la cifra era de 224.
También se mira ahora cómo combatir la muerte de niños desde Cáceres. La organización Acción contra el Hambre ha puesto en marcha en 150 establecimientos hosteleros de España la campaña Operación café. En estos lugares, desde el 15 de mayo al 30 de junio, por cada café que cobren, 10 céntimos irán destinados al tratamiento de la desnutrición infantil en el mundo. Parrápolis café es el único establecimiento cacereño que participa en la campaña, en Plasencia es la cafetería Salamandra.
Esta semana se celebró el primer aniversario del movimiento 15-M, entre otras cosas con una marcha por la Ribera del Marco en donde se mostraron los huertos libertarios que ya tienen años de vida. Los veteranos hortelanos hicieron entrega a los nuevos de su vieja bomba de agua que aún funciona. Los huertos están junto a Fuente Fría. Merece la pena verlos.
Cáceres es ciudad de poetas y para el domingo se anuncia, a las 12 de la mañana, en la plaza de la Concepción la acción Poema en la luna, recitando y dando poesías a los viandantes y dejándolas en las lunas de los coches.
Nosotros también participamos, dejamos aquí unos versos de Martín Rodríguez-Gaona, último Premio de Poesía Cáceres, Patrimonio de la Humanidad. El pasado lunes, se presentó el libro de su poemario premiado, Madrid, línea circular. Hay un poema titulado 'Difícil pensar que aquello pasó, difícil pensar en un tiempo gris': «Un hombre escapa de una ciudad pequeña,/ cruza un país a medio edificar, prueba fortuna/ algún año en los seguros, otro en la venta/ inmobiliaria. Discute con jefes prepotentes/ el alza de los cursos/ en una autoescuela. Treinta años más tarde/ no sabría decir qué ha sucedido, tiene una mujer,/ casa y dos hijas, la suerte/ está echada, una mariposa revolotea/ sobre su frente, la menor de las niñas/ le ha dado su segunda nieta./ Desde un lecho de hospital/ estudia los vientos en antiguos mapas, la extraña/ cartografía del sur».
Disfruta del Womad antes de que se te escape la vida.