El Martes Mayor recupera sus raíces y rinde un homenaje a las comarcas

Elisa Cruz y Luis Díaz, concejales de Turismo y Festejos respectivamente, anunciaron una vuelta a las raíces de la celebración más placentina en la presentación oficial del programa del Martes Mayor.

El alcalde, Fernando Pizarro, ahondó ayer en la puesta en valor de esas raíces agradeciendo a los alcaldes del partido judicial, a los que reunió en el salón noble del Ayuntamiento, el trabajo de las comarcas en favor del norte extremeño. Lo hizo, además, junto al presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, quien resaltó que tras su toma de posesión ha elegido Plasencia para realizar su primera visita institucional a una ciudad de la región.

También Monago aprovechó su comparecencia ante los alcaldes para alabar tanto a la capital como a las comarcas que conforman la alta Extremadura. «Una zona que enamora aunque me lo critiquen en el sur de Badajoz», declaró el presidente autonómico.

Acompañado por Pizarro, otros alcaldes de la zona y concejales de las diferentes corporaciones que ayer protagonizaron el acto institucional del Martes Mayor, Monago recorrió primero los puestos de frutas y verduras, los verdaderos protagonistas de la única fiesta placentina que ha sido declarada de interés turístico nacional.

Después también el presidente de la Junta se adentró, como los placentinos y visitantes que ayer disfrutaron de la celebración, por las calles del casco histórico, en un recorrido por la Plasencia monumental desde la plaza de la Catedral hasta la de Santo Domingo. El paseo en el que se dieron cita alrededor de 150 artesanos para mostrar el buen hacer en madera, en cerámica, en barro, en cera, en cuero, en cristal, en metal, etcétera, según los datos facilitados por el Ayuntamiento.

En cualquier caso, muchos menos que en otras ediciones, porque cerca de ochenta puestos dedicados al sector de la alimentación no han estado presentes este año en el Martes Mayor. El nuevo Gobierno del PP ha optado por eliminarlos y dejar que sólo la artesanía protagonizara los puestos de la Plasencia monumental.

Pros y contras

La decisión ha gustado a unos y ha disgustado a otros. Los que aplauden la medida del equipo liderado por Fernando Pizarro aseguran que prefieren un mercado en lugar de un mercadillo y que con la eliminación de puestos se ha logrado dar amplitud al paseo y evitar las molestas aglomeraciones de ediciones pasadas.

Los que echaron de menos los puestos de alimentación argumentaron que su ausencia se ha notado con fuerza porque animaban el ambiente con los dulces típicos, los bares y sus especialidades, las golosinas, los turrones, los chocolates, las tartas irresistibles,... delicias que muchos adquirían y que todos admiraban.

En lo que ayer coincidieron unos y otros, clientes y mercaderes fue en mirar al cielo casi cada minuto. El sol ayer no lució en la capital del Jerte pero tampoco lo hizo el agua lo que supuso por un lado que pocos madrugaran para disfrutar de los puestos, la animación de calle y los tamborileros y, por otro lado, que la mayoría prolongara su visita al mercado por bastante más tiempo del que le hubiera dedicado si las altas temperaturas hubieran acompañado a la ciudad en el primer martes de agosto.

Lo agradecieron, por ello, mercaderes y público después de que la lluvia y el viento estropeara la noche del lunes el primer día del mercado y el concierto del grupo gaditano Melocos.