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Samuel Duhem muestra un pez capturado en García Sola desde uno de sus barcos.
De Lille a La Siberia

De Lille a La Siberia

La comarca es un paraíso único para los pescadores: los franceses acuden buscando lucios, los alemanes vienen a pescar carpas y los españoles prefieren el black-blass

j.r alonso de la torre

Domingo, 11 de diciembre 2016, 08:23

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Peligro, animales sueltos... Esta señal es un aviso de una posibilidad en cualquier carretera. En La Siberia, es el aviso de una certeza: se encontrará usted con venados en la calzada, sí o sí. En este paraíso natural, los corzos y los gamos campan a sus anchas. Valga un ejemplo: hace unas semanas, en el trayecto nocturno entre Peloche y Valdecaballeros, tuve que frenar seis veces porque había venados cruzando la carretera.

En otras zonas de Extremadura, asistir al espectáculo de la berrea exige orientación y suerte. En La Siberia, la berrea te busca a ti. Con las primeras lluvias de otoño, basta detenerse al atardecer o al amanecer y escuchar atentamente para que la fascinación de los machos tronando nos emocione. Pero si hay que señalar algún punto especial, permítanme que les sugiera mis favoritos: la carretera de Herrera del Duque a Fuenlabrada y Villarta; un espacio bien señalado un par de kilómetros antes de llegar a Helechosa y una finca, con la cancela siempre abierta, situada pocos kilómetros antes de llegar a Puerto Peña desde Valdecaballeros.

En el libro La España vacía, Sergio del Molino escribe sobre el aburrimiento en los pueblos pequeños de las comarcas apartadas y poco pobladas como fuente de conflictos e, incluso, de daños cerebrales. En La Siberia, hay que repartir 20.000 habitantes entre 17 pueblos y todo queda a 100 kilómetros, pero aquí, no te aburres aunque quieras.

Si uno es aficionado a la ornitología, abundan los parajes donde deleitarse con el vuelo majestuoso del águila imperial y real, del buitre negro y leonado, del alimoche, la cigüeña negra o el búho real. Si nuestra pasión son los deportes de aventura, empresas como Pacoaventura, Valdeaventura, Proturex o los centros de ocio Puerto Peña y ecuestre Alba nos ofrecen rutas a caballo, en 4x4, quad o bicicleta, navegación en canoa o piragua, práctica del pin-ball o de la escalada. Y si se prefiere viajar en plan tranquilo, playas fluviales como la de Peloche nos regalan siencio y belleza en invierno y baños agradables en verano.

Aunque son la pesca y la caza las actividades que más atraen y entretienen tanto a los turistas como a los vecinos de La Siberia. Y si la caza no gusta o incluso si disgusta, la observación de animales salvajes es una de las principales gracias de esta comarca singular.

APOYO A LA CONFIGURACIÓN DE DESTINO TURÍSTICO

  • diputación de badajoz

  • El Área de Desarrollo Local de la Diputación de Badajoz en colaboración con el Patronato de Turismo y Tauromaquia, ha apostado por la creación del Destino turístico La Siberia, como instrumento de promoción económica de la comarca.

  • Esta labor se inició en 2010 con el Plan de Dinamización Turística Los Lagos, en colaboración con la Junta de Extremadura y el actual Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que impulsó el turismo de embalses, la pesca, la observación de las aves, la red de gastronomía autóctona y la puesta en valor de los castillos de la zona.

  • Y actualmente continúa a través del Plan Director de Turismo de 2014 que sigue reforzando a La Siberia como destino turístico por el enorme potencial que presenta la comarca, tanto en turismo de naturaleza, a través de las actividades acuáticas en los embalses de Cíjara, La Serena, Orellana, Zújar, García Sola o Puerto Peña, el senderismo y cicloturismo, la caza y la pesca y el turismo ornitológico como en el cultural a través de la difusión de su patrimonio histórico artístico, sus castillos, tradiciones, artesanía y fiestas.

  • Asimismo, la Diputación de Badajoz apoya decididamente la candidatura de La Siberia para obtener la calificación de Reserva de la Biosfera por la UNESCO, lo que supondría entrar en una exclusiva red mundial que ayudaría a modernizar la agricultura, la ganadería y el turismo, generando riqueza y empleo en la comarca.

La relación de los habitantes de La Siberia con los animales es tan especial que, según cuenta Cristino Púa en su interesante libro Extremadura: La Siberia, sus personajes y costumbres, Félix Rodríguez de la Rubia, médico titular de Helechosa de los Montes, llegó a tener un jabalí amaestrado, al que sacaba todos los días a pasear como si fuera un perro de compañía. El doctor De la Rubia llevaba una radio encendida con música y el rayón se alejaba de su dueño para retozar por el bosque. Cuando su amo deseaba regresar a casa, apagaba la radio y el jabalí volvía a su lado para retornar juntos. El propio Félix Rodríguez de la Fuente se puso en contacto con su homónimo para grabar un reportaje televisivo con el jabalí que fue muy celebrado.

Este otoño, anda La Siberia un tanto revuelta con las discusiones entre partidarios y detractores de que la comarca sea declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. Dejando a un lado lo sorprendente que resulta que similares galardones patrimoniales (Cáceres, Mérida) o etnográficos (Fallas de Valencia) colmen de orgullo a sus receptores, mientras que el mismo reconocimiento en naturaleza irrite a algunos en esta comarca.... Dejando a un lado esta paradoja, llama la atención que los enemigos de la Reserva de la Biosfera avisen de que, con esta declaración, volverá el lobo a La Siberia. Inciden así en un mito muy comarcal: ese lobo que se enseñoreaba de los bosques siberianos hace cien años.

Las leyendas sobre niños y jóvenes atacados o devorados por lobos resultan comunes por aquí. Son populares los casos de muchachos de Castilblanco y Valdecaballeros perseguidos por los lobos o cómo estas fieras atacaban rebaños guardados en cercas situadas dentro de los propios pueblos. Se trata, n fin, de una comarca donde jabalíes, corzos, gamos, gatos monteses e incluso linces se mueven a sus anchas en bosques y espacios como la Reserva Nacional de Caza del Cíjara, un espacio de 25.000 hectáreas y 130 kilómetros de perímetro.

Para disfrutar de aves, animales salvajes, deportes de aventura, ornitología, caza y pesca, La Siberia oferta a los turistas alrededor de 400 plazas de hospedaje en una veintena de casas rurales, una docena de hostales, hoteles y pensiones y un cámping.

Aurora Nelly Barrios Estigarribia (Asunción, Paraguay, 1955) vino a La Siberia por primera vez desde Madrid en julio de 1996. Desde 2009, regenta la casa rural Valdexpacio en Valdecaballeros: cuatro estrellas, cinco habitaciones dobles con baño y 50 euros la noche.

«En 1978 llegué a Madrid. Me casé y tuve dos hijos. Vivía en Las Rozas. Mi marido conocía a un médico que venía a Valdecaballeros a cazar palomas. Vinimos con él, nos enamoramos del pueblo. Mi marido vendió el gimnasio que tenía en Leganés y nos instalamos definitivamente aquí», cuenta su descubrimiento de La Siberia.

Cuando sus hijos se fueron a estudiar Medicina a Badajoz y Podología a Plasencia, Aurora Nelly convirtió su amplio chalet en una casa rural. «Era una manera de superar el síndrome del nido vacío y lo afronté con mucho amor», confiesa. Sin embargo, la ha puesto a la venta porque sus hijos ya tienen sus trabajos y ella desea irse a vivir a Alemania.

«Mis clientes vienen de Madrid, Barcelona, Andalucía... De toda España. También tengo muchos clientes del norte de Europa y rusos. Acuden a cazar, pescar y hacer turismo. Incluso tengo clientes que son millonarios chinos que vienen a comprar casas en la zona», detalla.

La Siberia es una tierra que atrae a potentados y a personajes conocidos en busca de tranquilidad y naturaleza. Dos casos nos sirven como ejemplo. Uno es el del premiado periodista Hermann Tertsch (Madrid, 1958), columnista de ABC desde 2007, escritor, y conocido tertuliano en radio y televisión, que compró un chalet en Valdecaballeros y suele frecuentar el bar El Tejar, donde departe animadamente con amigos y vecinos.

El otro caso es el del multimillonario vasco José María Aristrain, 54 años, señor del acero y número 557 en la lista de la revista Forbes de los más ricos del mundo en 2007. Posee una finca de 15.000 hectáreas, Valdepuercas, entre Castilblanco y Alía, donde caza venados y muflones y cría caballos lusitanos de pura raza. En realidad, cazaba, pues está acusado de fraude fiscal y solo viene a España desde su casa en Gstaad (Suiza), valorada en 65 millones de euros, de incógnito y a través de Portugal. La última vez que estuvo en Castilblanco y en Valdepuercas fue hace ahora un año: en la Navidad de 2015.

Valdepuercas es una finca famosa por haberse estrellado en ella un avión caza Eurofighter en 2002 y por haberse descubierto allí un zulo, donde ETA pretendía esconder a varios presos de la banda a los que pensaba sacar de la cárcel Sevilla II en helicóptero. Pero más allá de estas anécdotas y curiosidades, la evidencia es que La Siberia se ha convertido en uno de los paraísos tranquilos escogido por ricos y famosos para disfrutar del ocio en armonía y sosiego.

Samuel Duhem (Lille, 1966) y Nagma Izrarene (Lille, 1964) son una pareja de franceses, afincados en Valdecaballeros, que llevan la empresa de guía de pesca Predators Fishing Camp. «Yo trabajaba en una empresa de señalización y publicidad y ella era secretaria en la universidad, queríamos cambiar de vida y de trabajo, dejar el estrés y la tensión y vivir en la naturaleza. Yo vine a pescar, descubrí Extremadura, decidimos venirnos, montar la empresa y ya llevamos aquí cuatro años», explica Samuel el porqué de su aventura extremeña.

Tienen clientes de Francia, Suiza y Bélgica, a los que alquilan barcos para pescar y los guían hasta los mejores lugares para echar el anzuelo . «Nos instalamos en Valdecaballeros porque está cerca de todos los pantanos: García Sola queda al lado, La Serena y Zújar, a 45 minutos, y Orellana y Cíjara a media hora», apunta.

Sus clientes españoles solo quieren barcos (120 euros por día los de 15 caballos y 150 los de 30) sin guía. «Con barco, solo se pesca en el García Sola. Hay cuatro empresas de guías franceses y un par de empresas de guías alemanes. los franceses pescan lucios, percas y barbos con señuelo y cucharilla. Los alemanes solo pescan carpas y nunca con barco», aclara Samuel Duhem.

«Extremadura es la mejor zona para pescar lucios, que es la esca que más les gusta a los franceses. En Francia hay pocos lucios, es un pez muy agresivo. Hacemos pesca sin muerte, deportiva, los devolvemos al agua. Y no pescamos con pez vivo, sino con señuelo», indica.

Los pescadores europeos aterrizan en Madrid, alquilan un coche y en tres horas están pescando. Suelen venir seis días y pagan por ese tiempo de alquiler de barco y guía de pesca 690 euros por persona si son tres y 790 si son dos. Samuel tiene cuatro barcos y matiza que los españoles, en La Siberia, pescan mucho, pero prefieren el black-blass. «El embalse de García Sola es el mejor lugar del mundo para pescar black-blass. Toda Europa viene a pescarlo. Aquí se celebran grandes campeonatos mundiales de black-blass. El último, la Nitro Cup, en Cíjara, trajo al campeón americano. Ganó un polaco afincado en España. El premio era un barco valorado en 17.000 euros», precisa Samuel la importancia pesquera de La Siberia.

Este empresario francés, a partir de diciembre y hasta marzo, se va a Francia y a Bélgica a promocionar su empresa y la pesca en La Siberia con un stand que lleva a diferentes ferias de pesca. «A mis clientes les gusta mucho esta comarca, pescan mucho, es bonita, se lo pasan muy bien y vuelven».

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