Blanco-Morales e Iglesias toman posesión como vicepresidenta y consejera

La consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, y Leire Iglesias han tomado hoy posesión del cargo de vicepresidenta y consejera de Cultura e Igualdad, respectivamente.

El acto se ha desarrollado en la Sala de Banderas de la Presidencia de la Junta de Extremadura, en Mérida, en presencia de todos los miembros del Consejo de Gobierno, que se ha reunido a continuación, como cada martes.

Blanco-Morales, que ha jurado el cargo, mantiene las competencias de Hacienda y Administración Pública y además llevará la coordinación del Gobierno regional. En declaraciones a los periodistas, ha agradecido el nombramiento al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y ha señalado que pondrá todo su esfuerzo en la nueva tarea y en buscar el consenso necesario para los retos que afronta España y Extremadura, en referencia a la reforma constitucional y del sistema de financiación autonómica.

Iglesias, que ha prometido el cargo, ha señalado que afronta la tarea con mucha responsabilidad, ilusión, ganas de trabajar y dar satisfacciones a la sociedad extremeña, ya que buena parte de ella reclamaba esta nueva consejería. A su juicio, la apuesta de Presidencia de asumir algunas políticas, como Cultura, fue buena y ahora va a seguir teniendo la misma importancia en una unidad administrativa que le puede dar más «visibilidad» y facilitar un mayor contacto con el sector.

El objetivo es seguir cumpliendo con las promesas electorales y con la expectativas que ha creado esta nueva consejería.

Además, ha considerado que se ha avanzado mucho en los últimos años en Igualdad, pero todavía quedan «muchos techos de cristal que romper», violencia de género y cosas que cambiar. A su juicio, estas políticas van a seguir siendo una prioridad en Extremadura.

Tras la toma de posesión Fernández Vara ha reiterado los argumentos que dio ayer para justificar la primera remodelación de su gobierno en esta legislatura.

El nombramiento de Blanco-Morales como vicepresidenta se debe a la necesidad de reforzar su posición negociadora ante la reforma constitucional y del modelo de financiación autonómica. A su juicio, hay que buscar elementos de cohesión, una tarea que tendrá su dificultad después del problema catalán.

La creación de la Consejería de Cultura, competencias que hasta ahora estaban en Presidencia, se debe a que ha tenido los «oídos abiertos» a las críticas del sector que demandaban un departamento propio, según ha indicado.

Sobre Igualdad, ha considerado que hasta ahora se ha hecho lo más fácil, cambiar las leyes, pero falta lo más difícil, modificar la mentalidad.

Pasado el ecuador de la legislatura, en su opinión se avecina una etapa «complicada pero apasionante», en la que hay que sacar adelante los presupuestos, cumplir con los objetivos marcados a la región y seguir creciendo, con un reparto «justo y solidario».