«Me dijeron: 'No podrás compaginar investigación y familia'. No hice caso»

Decía antes que se fue a Escocia a hacer la tesis para estar con su marido, que se había ido a ese mismo laboratorio. En relación a esto he recordado que en una charla ante estudiantes usted dijo que había hecho algunas cosas por amor. ¿Una de ellas fue irse con su marido a Escocia?

Lo que quise transmitir a los estudiantes en esa charla es que no se puede disociar la vida personal de la profesional. Cuando tienes pareja lo que se intenta es que tu trabajo y tu vida personal sean compatibles. Para ello hace falta que ambas personas sean generosas y comprendan lo importante que es la carrera de la otra persona. Cuando mi marido se fue a Escocia a mí me decían 'no te vayas porque eso puede impedir tu desarrollo profesional'. Afortunadamente no hice caso.

Y ahora tiene con él familia numerosa: tres hijos. ¿Cómo compagina trabajo y familia?

Gracias a que mi marido y yo no tenemos división de tareas. Somos un todo en la casa aunque, puestos a calcular, él dedica a los niños más tiempo que yo. Tenemos la idea de que mi trabajo es igual de importante que el suyo y viceversa.

¿Nunca han tenido un conflicto por cuestión del trabajo?

Ha habido momentos en que hemos tenido que tomar decisiones. Unas veces, mejor para mí y otras mejor para él, pero hay que analizar las cosas fríamente y obrar en consecuencia, es decir, escoger el menor perjuicio para la familia, afecte al que afecte.

¿Y en el día a día afectan sus trabajos a la vidad familiar? Quiero decir que su marido y usted han trabajado siempre juntos y ahora también coinciden en el CNIC. ¿Se llevan el laboratorio a casa?

Los problemas del día a día, no, pero el proyecto en el que estamos trabajando, sí. A mí me pasa más que a él. Mi marido no saca a relucir el laboratorio si no lo saco yo. Pero a veces no sé cómo evitarlo. El laboratorio es mi vida y la pregunta científica en la que estoy trabajando no me deja en paz ni en casa.