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Johan Cruyff.
Se despide Johan Cruyff, el genio holandés del balón
fallecimiento

Se despide Johan Cruyff, el genio holandés del balón

Un cáncer acaba a los 68 años con la vida del hombre que cambió con sus ideas el fútbol

Javier Bragado

Jueves, 24 de marzo 2016, 13:43

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El hombre que cambió el fútbol se ha marchado para siempre. Hendrik Johannes Cruijff -tradicionalmente en España llamado Johan Cruyff-, aquel tipo desgarbado de Ámsterdam que revolucionó desde dentro del campo y desde la pizarra el balompié ha muerto. Su legado caminará más allá de su subcampeonato mundial, de sus distinciones individuales (tres veces Balón de Oro y dos Bota de Oro) y de sus títulos como entrenador porque el Barcelona de Josep Guardiola o los triunfos de la selección española sólo se explican por su herencia. Despierto, deslenguado y rebelde, enseñó desde la actitud a transformar el fatalismo del Barcelona en una identidad reconocible imitada en todo el mundo o la 'furia' española en el excelso fútbol de salón que maravilló el planeta. «Si tengo la pelota yo, no la tienen ellos», sostenía el técnico y de él lo aprendieron. El hombre que sufrió un aviso (fue intervenido en 1991 por una angina de pecho) y cuyo padre murió de un ataque al corazón cuando era un chaval de 12 años había abandonado la trinchera de los fumadores compulsivos treinta años antes pero no pudo superar un cáncer de pulmón. En febrero decía que sentía que ganaba 2-0 en la primera parte a la enfermedad, pero perdió trágicamente su último partido.

Como futbolista fue reconocido como uno de los más grandes. Después de perder una final mítica de la Copa del Mundo Franz Beckenbauer, uno de sus rivales, le alabó y resumió su estilo: «Es de los que han hecho del fútbol un arte». Manejaba las dos piernas y recorría todo el campo a su antojo, cambiaba de ritmo como nadie, goleaba y asistía, lo que le permitió abanderar el nuevo concepto de 'fútbol total' con la selección de los Países Bajos dirigida por Rinus Michels. La 'Naranja Mecánica' había adquirido la idea del fútbol total del Ajax de Stefan Kovacs a principios de los años setenta, pero quien sería su tutor aplicó la novedad. «Michels encuadró el talento y nos hizo profesionales. Hasta entonces todos tenían un segundo trabajo, yo acababa de llegar al segundo del equipo y fui de los primeros en tener un contrato profesional», analizó Cruyff en una de las pocas ocasiones en que concedía el mérito a otros. En el campo fue capaz de crear uno de los penaltis más rápidos de la final de Mundial, en la que marcó, fue el mejor y se marchó con derrota. En la pizarra también deseó trasladar ese fútbol total de la selección de los Países Bajos.

Equipos como futbolista

  • 1964-1973 Ajax (Holanda)

  • 1973-1978 FC Barcelona (España)

  • 1979-Aztecas de Los Ángeles (Estados Unidos)

  • 1980 Diplomats de Washington (Estados Unidos)

  • 1981 Levante UD (España)

  • 1981 Diplomats de Washington (Estados Unidos)

  • 1981-1983 Ajax (Holanda)

  • 1983-1984 Feyenoord (Holanda)

Antes brilló en el Ajax hasta el punto de que el Barcelona del tardofranquismo contrató a su mentor Michels y efectuó un gran desembolso de dinero para hacerse con su fichaje. Con el equipo de Ámsterdam había ganado la Copa de Europa en 1971, 1972 y 1973 y fue el primer futbolista en coleccionar tres Balones de Oro (1971, 1973 y 1974). En Barcelona únicamente ganó en cinco temporadas una Liga y una Copa del Rey, aunque siempre fue muy recordada su actuación en el 0-5 en casa del Real Madrid o un acrobático gol al Atlético de Madrid por el que fue bautizado como 'el holandés volador'. De la entidad azulgrana cruzó el Atlántico a la ambiciosa nueva competición de Estados Unidos. En la peculiar mezcla de fútbol y show disfrutó hasta el punto de ser nombrado el mejor futbolista de la temporada tanto en su período con los Aztecas de Los Ángeles como con los Diplomats de Washington (con un paréntesis en el Levante en Segunda División). El correspondiente regreso a casa en las filas del Ajax y del Feyenoord redondeó la carrera de 'El Flaco'.

Un técnico inesperado

Si su contribución como futbolista fue excelsa, como entrenador aumentó su aportación al fútbol. Sin Cruyff no existiría el Barça actual. Pero no fue fácil. El holandés se acogió siempre a su genio, el que le permitía descubrir puntos que nadie más veía. Para bien o para mal. Duras fueron sus luchas con el presidente azulgrana Jose Luis Núñez, quien le aguantó fichajes inesperados y caprichos mientras los resultados le rescataron un par de veces. Más de una vez esquivó ultimátums como en la Recopa de 1989 y la final de Copa de 1990 en Valencia contra el Real Madrid y hasta la fe le rescató para el Olimpo en momentos cruciales como el cabezazo de José María Bakero (1,75 metros de altura frente a las torres germanas) contra el Kaiserslautern en uno de los pasos ganar la primera Copa de Europa azulgrana. Hasta entonces el club catalán sólo lamentaba que en la principal competición los palos cuadrados de Portugal y la debacle de Sevilla frente al Steaua de Bucarest le habían dejado sin ganar sus dos finales. Cruyff lo cambió para siempre y por eso las cámaras de televisión le enfocaron a él primero saltando una valla de publicidad cuando Ronald Koeman anotó el gol histórico en Wembley en 1992. Fue la primera Copa de Europa culé y otro paso en la conexión entre su país de crianza y aquel en que se quedó a vivir. Marcó un compatriota y el equipo vestía de naranja, como su selección.

Palmarés

  • Como jugador

  • Ajax de Ámsterdam 8 Ligas, 4 Copas de los Países Bajos, 3 Copas de Europa, una Copa Intercontinental y una Supercopa de Europa.

  • FC Barcelona Una Liga y una Copa del Rey

  • Feyenoord Una Liga y una Copa de los Países Bajos.

  • Internacional con los Países Bajos subcampeón del mundo en 1974 y tercero en la Eurocopa de 1976.

  • Como entrenador

  • Ajax de Ámsterdam Dos Copas de los Países Bajos

  • FC Barcelona Una Copa del Rey, 4 Ligas, 3 Supercopas de España, una Copa de Europa, una Supercopa de Europa y una Recopa.

  • Distinciones individuales

  • Mayor goleador de Europa en 1967, 1972,

  • Balón de Oro al Mejor Jugador Europeo en 1971, 1973 y 1974

  • Balón de Bronce al tercer Mejor Jugador Europeo en 1975

  • Mejor jugador del Mundial 1974

  • Máximo goleador de la Eredivisie (33 goles) en 1967

  • Mejor jugador de los Países Bajos en 1967, 1968, 1969, 1971 y 1984

  • Mejor jugador de la NASL en 1979 y 1980

  • Mejor entrenador del Mundo, por la World Soccer Magazine 1987

  • Entrenador del equipo Ideal mundial, Once de Oro en 1992 y 1994

  • Mejor jugador neerlandés y europeo del siglo XX por la FIFA en 2004

  • Incluido en la lista de los 100 mejores jugadores del siglo XX en 2004

  • Premio Laureus al deportista con mejor carrera profesional en 2006

Pero desde el banquillo también ofreció sus momentos más estrafalarios y brillantes. Debutó como entrenador a su manera en el Ajax. Bajó en mitad de un partido desde el despacho -era el responsable de la política deportiva-, despidió a Leo Beenhakker y sin tener todavía el carné de entrenador comenzó a dar instrucciones. También le gustaba cambiar las piezas de manera imprevista. El gigantesco central Alexanco aprendió a rematar como delantero de último recursos en los momentos clave, Andoni Goikoetxea también traspasó el espejo para cambiar el extremo derecho por el lateral izquierdo. Además, los aficionados se sorprendieron con frecuencia con la incorporación de futbolistas como Romerito, Ekelund, Onésimo o Lucendo. Apostó por un guardameta de perfil novedoso como Carles Busquets y dio la alternativa a su hijo Johan Jordi Cruyff poco antes de ser despedido. Todo ocurrió mientras confeccionaba el denominado 'Dream Team' que alcanzó la gloria europea y repartía su influencia con novedades técnicas como alinear sólo tres hombres en defensa.

En el camino, a Cruyff se le podrían perder los detalles, pero no la imagen general. Recuerdan sus futbolistas que un día presentó la alineación y alguno de los jugadores se le ocurrió comentar que sólo había diez nombres en el campo. El genio de Cruyff respondió de inmediato como si no hubiera cometido un error y situó a Pablo Alfaro, un elemento habitual del banquillo, en el centro de la defensa. Carles Rexach, durante muchos años su segundo entrenador, rememoraba cientos de aquellas anécdotas que le hacían diferente. En cierta ocasión el ayudante informó de que su próximo rival europeo, un club alemán, era muy peligroso en los saques de esquina por la capacidad de sus centrales. El holandés decidió entonces formar a su equipo con un delantero más porque así los defensas estarían más pendientes de sus marcajes que de subir a marca en los córners. También tuvo sus descalabros deportivos y desencuentros con sus pupilos. Inmediatamente después de la derrota en Atenas 4-0 contra el Milan, en el mismo autobús, anunció a Andoni Zubizarreta, el portero titular, que sería despedido.

Equipos como entrenador

  • 1985 - 1988 Ajax (Holanda)

  • 1988-1996 FC Barcelona (España)

  • 2009-2013 Selección de Cataluña

Discusiones habituales

Pero su carácter altivo y su autoconfianza también fueron enemigos de sus hazañas. Con su peculiar español y su marcado acento de barrio de Ámsterdam nunca dio un paso atrás en ningún lugar. Su faceta de bromista y burlón no escondía su deseo de hacer siempre a su modo. De la selección neerlandesa se marchó después de 44 apariciones por un conflicto con su federación y en su último partido fue expulsado por enfrentarse al árbitro. De su segunda época en su querido Ajax se despidió para enrolarse en el Feyenoord, básicamente porque era su máximo rival. Con 37 años ganó una Liga y una Copa y colgó las botas desde la otra acera. Del Barça también salió unas jornadas antes de terminar la Liga por orden de Núñez y sin posibilidad de recibir un homenaje en el campo que se encarnó en su hijo Jordi cuando fue sustituido en una de las siguientes jornadas.

Sus últimas noticias también se tiñeron con su carácter rebelde. Confeccionó la selección catalana mientras respondía a las críticas de que no intentara hablar en la lengua local y se enfrentó al Ajax cuando le concedieron una plaza como asesor del club a pesar de que el 25 de abril de 2007 la directiva retiró la camiseta con el número 14 -su número fetiche- con motivo de su 60 cumpleaños. Se despidió del Barça por sus enfrentamientos con Sandro Rosell después de que su amigo Joan Laporta le nombrara presidente de honor. No retrocedía con nadie. Finalmente, Johan Cruyff (Ámsterdam, 25-4-1947; Barcelona, 24-3-2016) lo abandonó todo para dedicarse por completo a luchar contra el cáncer cuando le fue diagnosticado en octubre 2015. La enfermedad fue lo único que consiguió apagar la voz del genio que transformó el balón.

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