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El humorista Juan Pedro Cotano, que actuó en la gala de anoche.|F.HORRILLO
VILLANUEVA DE LA SERENA

La carta más bella de amor

La misiva ganadora va tocando las distintas fases por las que pasa el enamoramiento

FRAN HORRILLO

Martes, 15 de febrero 2011, 20:50

Una extremeña se ha proclamado ganadora del VI Certamen de Cartas de Amor de Villanueva de la Serena, fallado en la noche de ayer lunes en el transcurso de una gala donde el amor y el humor se mezclaron.

La ganadora resultó ser María José Vergel, de 45 años y natural de Torrejoncillo, por su carta titulada Tu nombre se me cuela entre los dientes'. Un reconocimiento que no le es desconocido, ya que en 2008 también ganó el premio Pablo Neruda de Cartas de Amor de Coria.

María José es monitora de animación a la lectura de escolares de Infantil y Primaria pero, como admite, le gusta escribir bastante y si es de amor mejor. De hecho, colabora escribiendo todo tipo de artículos en un blog de su pueblo.

María José explica que su misiva ganadora va tocando las distintas fases por las que pasa el enamoramiento, desde la pasión inicial, al enfriamiento posterior, terminando la carta con cierta ironía.

Aunque admite que hoy en día el amor no sobra en el mundo, ella si que se siente muy querida por la gente que le rodea.

El segundo premio fue para Reyes Pintado, natural de Manzanares (Ciudad Real), por su carta Aquellos besos con sabor a almíbar que se adentra en el tema de los malos tratos. Por último, el jurado también quiso hacer una mención especial a la carta de Sagrario Villalba, titulada Amor de madre y procedente de Orellana la Vieja.

La nota de humor de la noche la puso el Juan Pedro Cotano, con sus monólogos ocurrentes y que tocaron el amor en sus diversas y divertidas perspectivas.

Carta ganadora

"Tu nombre/ se me cuela entre los dientes" Dulce Chacón

Amor:

Sólo cuatro letras para decirte que guardo tu nombre entre las sábanas limpias; entre efluvios de suavizante y resto de viejas caricias.

A veces lo meto en el bolsillo porque me gusta oír el tintinear de las letras; otras, las libero en el cuenco de las manos y vuelanvuelan torpes, entre las gotas de lluvia.

Porque sucede, amor, que a veces llueve si recuerdo tu nombre.

Pongo a secar las letras de tu nombre, por si acaso vuelves en el próximo arcoíris. Y porque yo sé que te gustaría encontrarlo como lo dejaste; cuando se orea, vuelvo a ponerlo entre los pliegues de las sábanas, bien doblado y perfumado.

Si bajo la guardia, tu nombre se escapa y se alía con el viento, desordenándome el pelo, colgándose cual zarcillo de mis orejas.

Sucede, a veces, que tu nombre se descuida y lo abrocho a la cintura y, revoltoso, despierta calladas mariposas, que un día inventaron tus manos.

Amor a pesar de todo, tú me diste las letras de tu nombre para cobijarme del frío, o eso me dijiste; sin embargo, el parte meteorológico me anuncia impávido que hoy volvieron, de nuevo, los ciclones, los aguaceros los naufragios.

No me quedan fuerzas para sortear la violencia de otro mar enfurecido. Ya los maderos de mi balsa navegan a la deriva, arrastrados por la corriente.

Eres de los que piensan que todo lo cambia la liturgia de la palabra. Las palabras, amor, esas embaucadoras, que todo lo transforman, que todo lo trastocan, que todo me lo ponen patas arribay entonces, envías asépticos y escuetos sms, un cómo estás, cuídatebesos ¡ cómo si tú no fueras capaz de intuir cómo estoy!

Naufrago, amor, en una ausencia de caricias, a las horas heladas de la madrugada en que se ahogan los ladridos de los perros, y se vierten sobre mi vientre las profundas letras de tu nombre

¿Sabes? Ayer puse los versos alrededor de tu cuello, aunque en realidad eran mis manos, siHe de reconocer que fue una tontería Lo hice porque te quiero, porque no vayas a resfriarte siempre fuiste tan propenso a las gripes y a los desánimos

Sucede que a veces tengo ganas de esconderme del mundo, de que el mundo me ignore y siga girando sin rumbo ¡allá el mundo!

Pese a todo, amor, sucede que la vida sucede. Se suceden los ojos, las manos los llamamesimenecesitaslos estoyapagado- o- fuera- de- cobertura- en- estos- momentos ¡ y son tantos esos momentos y tan amargos!

Y no sé como amor, pero sucede que de pronto, la vida me sorprende con una onza de chocolate, con una sonrisa, y me ordena de repente las letras de tu nombre y entonces entonces, vuelven a existir los paraísos, y hasta un cachito de isla desierta en propiedad donde guardar a buen recaudo las cuatro letras dulces de tu nombre.

Sucede que a veces encuentro unos ojos que iluminan el camino, manos que me ofrecen un poco de agua cuando el deseo aprieta porque sucede, amor, que aunque me cueste reconocerlo, y una y mil veces me maldiga, te necesito.

Y es entonces cuando te busco; pero se me olvidó, amor, anotar la dirección hacia el Paraíso, y no sé si tomé el camino correcto. Por si acaso, llené los bolsillos de palitos de chocolate para ir dejando, por si pierdo el rumboya tú sabes de mis despistes; y llevo también miguitas de tu risa que me descubrí pegadas a los dedossiempre es bueno, en estos casos, tener algo que llevarse a la boca.

Y me dejo acompañar por el suave trinar de los pájaros cuando la tarde se pone del color de tus ojosy recorro mares de espigas agitados por el viento y me dejo mecer por el sonido lejano de tu cuerpo encerrado en alguna caracolason tantas las cosas que pueden caber en tus sueños

Por cierto, amor, no me lo tomes a mal pero, considero que es urgente que te lleves los recuerdos, pues ya ves cómo desvarío; además hoy volvieron a asustarme al abrir el cajón de la mesita de noche. Y, te lo advierto, si no vienes pronto a buscarlos, terminaré por hacerles un sitio junto a los libros; porque, amor, está bien que dejaras tu nombre entre las sábanas limpias, quizá no te hayas dado ni cuenta; pero tendrás que reconocerme al menos que no se pueden guardar los recuerdos donde se guardan los calcetines.

Es, ya sabes una cuestión de glamour, de puro y necesario glamour.

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