Victoria con sabor agridulce

Una derrota equivalía a hacer inútil la victoria en Burgos. Pero además, suponía la sumisión al miedo escénico que a veces invade al cuadro cacereño y que le hace arrugarse en el Multiusos. Ayer, los fantasmas del pasado se asomaron a la pista y estuvieron a tan sólo un paso de saltar al juego para aguar la fiesta al Cáceres 2016 y a los aficionados verdinegros. El culpable fue el Kics Ciudad de Vigo, penúltimo clasificado que visitó el Pabellón cacereño con el impulso de la última jornada, donde consiguió su única victoria.

El Cáceres mantuvo una renta de diez puntos de diferencia durante todo el encuentro. No hubo pájaras en el tercer cuarto, pero sí en el definitivo. Los gallegos supieron meter el miedo en el cuerpo pero Sánchez, Naymick y sobre todo, un triple de Álex González a falta de un minuto, fueron determinantes en la victoria.

El equipo supo mantener cierta calma para hacerse con un ajustado triunfo ante uno de los colistas de la Leb Oro. Se ha quejado Aranzana en varias ocasiones de que el equipo no sabe sufrir. Lo que está claro, sin duda, es que el público del Multiusos está condenado a soportar la incertidumbre de la montaña rusa en la que se ha convertido el Cáceres.

Los americanos, pese a sus dolencias, cuajaron una buena actuación ante su afición. Los primeros compases evidenciaban las carencias del Ciudad de Vigo.

Holcomb llevaba la batuta de la anotación mientras el Cáceres conectaba con el Multiusos. De poco sirvió la pájara gallega, ya que los de Manuel Povea, liderados por Suka-Umu, consiguieron remontar y sobrepasar por primera vez al equipo cacereño en el marcador en el minuto 12.

Diego Guaita salió al rescate de un Cáceres enfrascado en los 18 puntos con los que acabó el primer parcial. Sumó siete puntos en plena sequía anotadora, lo que propició el despeje del electrónico a favor de los verdinegros.

El capitán, Juan Sanguino, se unió a la fiesta del argentino, que continuaba enchufado mientras el Vigo ya estaba metido en faltas. El Cáceres se marchó a diez puntos al descanso, una diferencia que nunca es suficiente pero que acababa con la firma de dos parciales idénticos en cuanto a anotación.

Los cacereños marchaban a buen ritmo, comandado por Holcomb y Guaita y las aportaciones de todos los que pisaron pista excepto Forcada, que se fue a los vestuarios con valoración negativa. Mientras, en filas del Ciudad de Vigo, donde sólo tiraba el escolta Suka-Umu, había tres jugadores con valoración negativa.

El Cáceres supo administrar la renta en un tercer parcial donde Suka-Umu seguía siendo el gran protagonista en el Vigo. Naymick consiguió anular a Frost, tanto en ataque como en defensa, y es que el americano del Vigo no vio casi el aro para lo que está acostumbrado. La superioridad cacereña era patente, pero el electrónico volvía a acabar con diez puntos de diferencia.

Justo en el último parcial, se disipó ese protagonismo que Suka-Umu había tenido durante todo el encuentro y Vigo volvió a la vida. Pope acongojó al Cáceres firmando dos triples que ajustaron el marcador a dos puntos de ventaja para el conjunto verdinegro. Se unieron Williams y Ruiz, que llegaron a poner al conjunto cacereño en más que un aprieto.

Ahí comenzó un calvario que, por suerte, los pupilos de Aranzana supieron afrontar para sumar la segunda victoria consecutiva desde la llegada del técnico vallisoletano. El Vigo, por su parte, se queda sin sumar todavía ningún triunfo a domicilio.

Los máximos anotadores del Cáceres 2016 fueron Holcomb, Guaita, Naymick y Sánchez, mientras que por parte visitante, destacaron Suka-Umu, Pope, Ruiz y Williams. El argentino del conjunto verdinegro se hizo con el MVP del encuentro, con una valoración de 20 en un global de 87.

La próxima parada lleva al Cáceres hasta Ourense a intentar cosechar el '3 de 3' y comenzar de esta manera el camino a la ansiada regularidad, esa cuya falta tanto se nota esta temporada.