Borrar
Manuel Parralo, con algunas de sus obras
MANUEL PARRALO DORADO DECANO DE LA FACULTAD DE BELLAS ARTES DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

«Los extremeños que salimos por necesidad contamos muy poco»

«En el año 1974 había gente que escondía sus orígenes, luego presumían como si hubieran sido los representantes»

PAZ SÁNCHEZ PINTOR

Miércoles, 5 de diciembre 2007, 10:10

El extremeño Manuel Parralo Dorado (Fregenal de la Sierra, 1945) es el actual decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Imparte clases de pintura desde 1976, docencia que compagina al cincuenta por ciento con su faceta de pintor. «Las mañanas las dedico a las clases y las tardes estoy en mi estudio». Con tan sólo 16 años se fue de su casa a la capital de España con una beca de la Diputación de Badajoz. Desde entonces y hasta la fecha ha sido un no parar. Su amor por el arte le ha llevado a recorrer buena parte del mundo con conferencias y exposiciones. El primer viaje, en 1969, fue una vez terminados sus estudios superiores, a Roma y Florencia, pensionado por el gobierno italiano.

Desde su posición mira a Extremadura con cariño. Visita su pueblo con frecuencia, unas dos veces al año. Allí expuso una muestra personal de grabado en el convento de las Agustinas y realizó una carpeta de Nuestra Señora de los Remedios y el Niño, de la que se editaron 150 ejemplares. También ha expuesto en el MEIAC de Badajoz, sobre tauromaquia.

-¿Cuánto tiempo vivió en Fregenal y cómo recuerda su infancia allí?

-Tengo unos recuerdos preciosos. Tuve una niñez en contacto con el dibujo y la pintura. Conocí a Eugenio Hermoso, e incluso visitaba su estudio. También a Rafael Gómez Catón, otro pintor, que me consideró mucho y me permitía ir a pintar a su casa. Hermoso se portó conmigo francamente bien y confió en un adolescente. Él me animó mucho para ir a Madrid.

-¿En qué año se traslada?

-En 1961, con 16 años. Estaba becado por la Diputación de Badajoz y me fui a estudiar y a preparar mi ingreso en San Fernando.

-Fue un aventurero porque en 1960 no era normal salir de un pueblo para irse a Madrid a hacer Bellas Artes.

-Tengo que agradecer la postura de mi familia que me comprendió y ayudó, y creo que no les he defraudado. Además tuve una beca de la Diputación por mis notas.

-¿A qué edad obtuvo su cátedra?

-A los 29 años. En mi especialidad era el catedrático más joven de toda España, con una diferencia de 20 años.

-Estuvo en Barcelona durante tres años y después vuelve a Madrid...

-Sí, aquí he desempeñado varios cargos. Fui secretario, durante ocho años director y ahora estoy en mi segundo mandato como decano. Nunca he sabido eludir las responsabilidades. Tengo pasión por la enseñanza y guardo las mismas energías que el primer día.

-¿Tiene tiempo para visitar Extremadura?

-Sí, voy a mi pueblo unas dos veces al año. Soy extremeño y he ejercido de ello. Recuerdo que en el año 1974, cuando estaba en Barcelona, sólo salía de Extremadura peonaje. Yo siempre he llevado la cabeza muy alta, soy un enamorado de mi tierra. Pero ha habido gente que en su día escondía su condición de extremeño, luego presumían como si hubieran sido los representantes. 0

-Pero realmente vivió muy poco tiempo en Fregenal de la Sierra.

-Nunca he perdido el vínculo. Siempre he sido consciente de que Extremadura trata a sus hijos de una forma especial, que no tiene nada que ver con otras regiones. Los extremeños que hemos salido por necesidad contamos muy poco. Y yo, la verdad, siempre he tenido presente mi responsabilidad como extremeño para hacer por mi tierra todo lo que haya que hacer.

-No en vano usted ha dirigido el premio Eugenio Hermoso.

-Sí y creo que lo hemos llevado a un nivel alto de reconocimiento y prestigio; hemos logrado hacerle un hueco dentro del panorama. He intentado llevar siempre a un jurado de bastante solvencia como Antonio López, Isabel Quintanilla, Genovés. Hemos logrado hacer adquisiciones buenas.

Desde Madrid

-¿Vive en Madrid o a las afueras?

-Vivo en la sierra. Bajo todos los días a clase pero prefiero escapar del bullicio; realmente se ha vuelto insoportable.

-¿Qué se llevaría de Extremadura para la capital?

-Yo no me llevaría nada, quiero tener siempre Extremadura. Todos los lugares de España son preciosos, pero Extremadura es maravillosa con sus problemas y defectos. Mi interés por esa tierra no ha disminuido un ápice.

-¿Le tiene más aprecio a Badajoz que a Cáceres?

-Haciendo balance, paradójicamente, siempre se ha portado mejor conmigo Cáceres que Badajoz, me ha tenido más en cuenta. No lo entiendo, pero es así.

-Usted realizó una exposición personal de grabado de Nuestra Señora de los Remedios y el Niño. ¿Ha expuesto más veces?

-Fue un tema muy puntual de la patrona de nuestro pueblo. Pero no he expuesto mucho en Extremadura, sólo una vez en Cáceres donde gané un premio, y otra en el MEIAC de Badajoz, una muestra de grabados de tauromaquia. Juan Barjola y yo teníamos una polémica sobre lo ingrata que es Extremadura con sus hijos. Con frialdad, creo que no se nos utiliza como querríamos. Aunque por otro lado, la región es tremendamente hospitalaria y acogedora.

-¿Por qué cree que no se les 'usa'?

-No sabemos si piensan que como nos vamos nos desentendemos. Hay gente que nos reprocha que nos hayamos marchado. Admiro a quienes se han quedado, han hecho una gran labor, han contribuido al cambio; pero también hay que valorar lo que nosotros hemos hecho desde fuera. Por ejemplo, soy académico de la Real Academia de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, y no lo soy de la de Extremadura, lo que no deja de ser un poco chocante.

-¿Se podrá cambiar esta actitud?

-Nuestra tierra tiene que dejar de lamentarse y lamerse las heridas, y sentirnos orgullos de aquellos que desde fuera hemos conseguido cambiar la imagen.

-¿Cómo se ve a Extremadura desde Madrid?

-De una forma diferente a como se nos veía en el año 1970. Ahora conocen el patrimonio, y el patrimonio natural. A mí me da mucho miedo que se quieran hacer experimentos con Extremadura en áreas que son superadas y desechadas en otras regiones muy desarrolladas. El haber sido ignorados durante mucho tiempo nos ha salvado del deterioro de una falsa industrialización. Tenemos que ser cuidadosos con el modelo de desarrollo, porque puede producir catástrofes. Con respecto a la riqueza natural, no tenemos competidores en España.

-¿Se vendrá a vivir aquí cuando se jubile?

-Mi vida profesional está en Madrid y lo tengo todo montado aquí, pero estoy muy ligado a Extremadura. Este será mi proyecto para siempre.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Los extremeños que salimos por necesidad contamos muy poco»

«Los extremeños que salimos por necesidad contamos muy poco»