Luengo: «Estamos a años luz de la conciliación familiar y laboral»
La profesora de la Universidad de Extremadura y experta en estudios de género afirma que será aún más difícil en las grandes urbes
MARTA VIVAS
Lunes, 3 de diciembre 2007, 09:50
La profesora de la Universidad de Extremadura (UEx) y experta en estudios de género, Rosa Luengo González, ha afirmado que aún se está a años luz de que los hombres y las mujeres concilien la vida laboral y familiar al 50 por ciento, sobre todo en las grandes ciudades.
«Las mujeres han conseguido con los años pasar de la vida privada, a la que estaban relegadas por tradición, a la vida pública, mientras que el hombre no ha logrado integrarse del todo en el espacio privado», dice Luengo.
«Como consecuencia, las mujeres han visto duplicada su jornada laboral y han aportado más dinero a la economía familiar y los hombres, sin embargo, colaboran, pero no concilian la vida pública y la privada», apunta.
Rosa Luego ha estudiado en profundidad la situación de ambos géneros y sus comportamientos en diversos ámbitos de la vida, tanto en las grandes ciudades como en las zonas rurales, donde se aprecian grandes diferencias entre hombres y mujeres.
Igualdad de géneros
Esta profesora, que ha sido decana electa durante siete años, imparte clases en la Facultad de Educación de la UEx y dirige el grupo de investigación 'Serena Augusta' en Badajoz, dedicado a estudiar sobre la igualdad de género.
Tal y como sostiene Luengo, aunque al principio de la convivencia entre la pareja parece que se comparten más las tareas, lo cierto es que, a medida que se estabiliza, y sobre todo cuando vienen los hijos, se vuelve al estatus tradicional y las mujeres vuelven a desarrollar sus roles de madres y esposas.
En su opinión, esta situación es especialmente problemática en las ciudades, ya que los grandes núcleos son incapaces de ofrecer una conciliación entre la vida familiar y laboral por el tiempo que hay que dedicar a las diferentes actividades.
«En los entornos rurales los desplazamientos son menores, por lo que la mujer puede sobrellevar el trabajo de casa y el de fuera de ella, y se comparten menos las tareas del hogar, del tal modo que es más visible un padre llevando a un niño al colegio en la ciudad que un pueblo», afirma.
Las casas, subraya la profesora, continúan manteniendo la misma estructura que siempre, con una cocina conectada a patios y lugares comunes con otras dependencias vecinas, que las mujeres han sabido aprovechar desde la Edad Media para estar en contacto con otras y formar redes sociales.
«Las mujeres siguen sin desprenderse de las tareas domésticas y a la hora de trabajar fuera de casa busca un empleo que les permita compaginar la profesión con llevar los niños al colegio o hacer la compra», mantiene esta profesora.