El agua desbordada del Guadiana anega una vía de cuatro carriles en Mérida
La Policía Local vigila también durante la noche la calle Anas y la barriada de San Antonio, zonas que se anegarán si el caudal sigue subiendo
M. ÁNGELES MORCILLO
Miércoles, 3 de abril 2013, 11:20
El agua de un Guadiana desbordado a su paso por Mérida llegó ayer a la zona urbana, a las calles de la ciudad, inundando la Ronda de los Eméritos, una avenida de cuatro carriles cercana al ferial y colindante con el parque de Isla, que ya durmió completamente bajo las aguas.
La crecida del río causó ayer por la tarde la inundación de este vial, que tuvo que ser cortado por la Policía Local. Primero, en sus dos carriles más cercanos a la Isla. Minutos después los agentes impedían el paso de vehículos por los otros dos, que se cubrían de agua pocos minutos después.
Otra patrulla de la Policía Local vigilaba a la misma hora la avenida Anas, justo en el punto situado debajo del Puente Fernández Casado, así como la barriada de San Antonio, también en la zona situada bajo los ojos del mismo Puente Nuevo. Por la tarde en esta parte de la ciudad el agua había subido bastante de nivel con respecto a la mañana y ya comenzaba a inquietar a los vecinos de las viviendas más próximas a la orilla del río.
Las tres patrullas de la Policía Local han estado toda la noche vigilando estas zonas para evitar que alguna persona o conductor accediera a ellas y para avisar de posibles emergencias ante la esperada subida del cauce del río.
El consejero municipal y delegado de Seguridad Ciudadana, Manuel Balastegui, ayer mismo aseguraba que si el caudal del río Guadiana a su paso por Mérida sube unos 50 centímetros en la zona situada justo debajo del Puente Fernández Casado, la parte de la calle Anas que pasa por ahí se inundaría. Hace una especie de vaguada y está más baja de nivel que el resto de la vía.
Si el nivel del río sigue subiendo, también se anegaría la zona del recinto ferial y la parte de la carretera de Alange, cercana a las barriadas de San Antonio y Cruzcampo.
Preocupados por esta situación, aunque sin querer alarmar a la población, el Ayuntamiento ya tiene todo previsto por si se produce una situación de emergencia, refiriéndose tanto a la disposición de medios materiales como humanos.
Balastegui afirma que según informaciones recibidas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, el caudal del río va a continuar subiendo. A lo largo del día de ayer se registró una punta de 2.000 metros cúbicos por segundo, contrastando con el día anterior, en el que se contabilizaban 1.700.
Dice el consejero que las aguas de las presas de Orellana y del Zújar tardan en llegar a Mérida entre seis y siete horas y aunque ya no suelta agua la presa de Alange, lo que sí espera Confederación es que se llegue en las próximas horas a la cota máxima de nivel de esta presa.
Plan de Emergencia activado
La Policía Local, Bomberos, Protección Civil, personal de la delegación de Obras y de Fomento del Ayuntamiento de Mérida y el 112 están pendientes de lo que ocurra en las próximas horas. Contando con ellos se ha activado desde el Ayuntamiento un Plan de Emergencias, que según define Balastegui sería de rápida aplicación.
Al mismo tiempo, el consejero municipal pide a los ciudadanos prudencia y les aconseja que no accedan a las zonas inundables, la mayoría acordonadas ya por la Policía Local, para evitar que queden atrapadas en zona de difícil acceso. Eso le ocurrió a una familia el pasado lunes cuando se les tuvo que ayudar a salir de la Isla, de una zona situada entre el Puente Romano y el Fernández Casado.
Por su parte, el delegado de Obras, Francisco Miranda, que ayer visitaba la zona afectada por la crecida del Guadiana para valorar daños, asegura que la climatología de las próximas horas va a ser determinante a la hora de la subida o no del nivel del cauce del río.
Además de visitar las zonas inundadas los responsables municipales, también lo hicieron miles de ciudadanos. Emeritenses y algún turista que aún está de vacaciones en la ciudad no quisieron perderse la visión de un Guadiana totalmente desbordado por varias zonas.
Se lanzaron a las inmediaciones del río con sus cámaras de fotos o móviles para inmortalizar estampas históricas de aguas bravas chocando contra el Puente Romano, de una Isla completamente sumergida, de pistas deportivas anegadas en las que sólo se distinguían las canastas de baloncesto y de un Guadiana que aún no ha dicho la última palabra. Hoy de nuevo se esperan lluvias.