Cómo y por qué nos afecta el cambio de hora y cómo tratarlo

La próxima semana se cambia la hora. Los días serán ahora más cortos y las noches más largas. Sí, anochecerá antes... Un hecho que afecta a algunos con el conocido como 'trastorno afectivo estacional', o más comunmente conocido como 'depresión de invierno'. Pero, ¿realmente existe? ¿cómo nos afecta el cambio de hora?

La 'culpa' la tiene la serotonina. Se trata de un trastorno de depresión relacionado con el cambio lumínico; cuando disminuye la aportación de luz se altera el reloj interno del cuerpo, lo que origina sentimientos depresivos. Según la Clínica Mayo de Estados Unidos, los síntomas comienzan en otoño, cuando se reduce la energía, la llamada 'astenia' por lo conocido como «tristeza invernal».

«En esta época aumenta el mal humor y la irritabilidad, aparecen sensaciones de tristeza, pérdida de interés en el disfrute, problemas para dormir o episodios de insomnio a repetición», además, se produce una «pérdida o aumento del apetito, pereza, dificultad de concentración, disminución de la libido y surge un sentimiento de desesperanza y aumento de la ansiedad», así lo explica Rita Adriana Levato Colombo, licenciada en estomatología, y terapeuta Gestalt.

La causa es la disminución de la luz, «traducido a nivel biológico en una disminución de la serotonina y las endorfinas, que son los neurotrasmisores que nos conectan con 'las ganas de vivir', con la alegría, con el buen humor, la expansividad y el encuentro con otros».

«Al hacerse más cortos los días, en la naturaleza muchos animales se preparan para la hibernación y cuando llega el invierno se refugian, así cambian los ritmos circadianos, que son los ritmos que tiene nuestro reloj biológico con respecto al sueño y la vigilia. También cambian los niveles de melatonina, la hormona que promueve los ciclos de sueño», añade.

Rita Adriana aconseja técnicas de relajación como la meditación para sobrellevar estos cambios. Apunta que la musicoterapia y la danza también pueden ser una buena opción como parte de un movimiento de energía a nivel corporal para conectar a nivel sensible con las cualidades de la música.

«Se suelen hacer sesiones de fototerapia de manera artificial o natural. Un consejo es dar paseos al aire libre en las horas de sol para generar contacto con el sol», explica, «también existe la psicoterapia para ayudar a los pacientes a la programación de actividades que cambien su manera de observar la realidad». Pese a todo, es un trastorno que suele mermar a medida que los días se van alargando y aumenta el aporte de luz en el ambiente, «sobre todo cuando se va acercando la primavera», señala.

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