Elvas
Cierra el emblemático restaurante de Elvas que inventó el bacalao doradoAdiós a la Pousada de Santa Luzia, uno de los rincones favoritos de los extremeños en Elvas
Se convirtió en un rincón de encuentro entre portugueses y españoles y allí nació el bacalao dorado. Ahora, la Pousada de Santa Luzia, en Elvas, echa el cierre. Este icónico restaurante de la localidad portuguesa, conocido por ser la cuna del famoso bacalao dorado, cierra sus puertas tras décadas acogiendo a miles de extremeños que cruzaban la frontera solo para saborear esta receta única. Este cierre marca el fin de una era para la gastronomía portuguesa y para todos los amantes del bacalao dorado, uno de los platos más icónicos de la región del Alentejo.
«La falta de trabajadores cierra en Elvas el hotel que fue la primera Pousada de Portugal», así titulan medios portugueses este cierre, que llegaba a principios de este mes de julio para sorpresa y desaliento de locales y turistas. La histórica posada de Elvas, SL Hotel de Santa Luzia, ha cerrado sus puertas tras 83 años de actividad debido a falta de personal y problemas de salud, tal y como ha confesado su propietario.
João Simões, propietario y gerente de la posada hasta su cierre, explica a 'Boa Cama Boa Mesa' que el cierre se debe a «la falta de trabajadores» y a «cuestiones de salud».«No hay nadie que trabaje. Aquí en Elvas, es horrible encontrar empleados. Trabajaba día y noche, y no podía seguir así», confiesa. Agotado y con complicaciones de salud que sufre post-Covid, lamenta que, desde que terminó su contrato de alquiler, «o lo compraba o se lo cedía a ENATUR, y así lo decidí».
Cierra la posada, pero el bacalao dorado permanecerá para siempre en las cocinas portuguesas y extremeñas. «Nunca desaparecerá, la receta es pública y se prepara en todo el país», termina diciendo Simões, que lamenta tener que ser él quien eche el cierre a este icónico rincón de Elvas.
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En su visita a la posada, nuestra compañera Alba Baranda pudo ver en directo a su cocinera, Fátima Magalhães, preparar el auténtico bacalao dorado. Según detallaba mientras cocinaba, en 1942 Jacinta do Carmo Bucho pilotaba los fogones de la primera posada que se abrió en Portugal, cuando un día se vio sorprendida ante una reunión de emergencia de las delegaciones lusa y española. «Querían almorzar y tener privacidad, por lo que no habían avisado», contaba entonces Fátima. «Dona Jacinta se quedó muda porque no había comida para tanta gente. Lo único que tenía era bacalao, patatas, huevos y aceite». Pero, además de buena cocinera, Jacinta era ingeniosa, así que desmigó el bacalao y cortó muy finitas las patatas para que cundiera todo más, y lo envolvió con huevo batido. «A los españoles les encantó y bautizaron el plato como 'bacalao dorado' por su color amarillo». Los portugueses también dieron su bendición, sin imaginar que esta receta se convertiría en un emblema elvense.