Borrar

El atentado que pudo matar a Fernando El Católico en Barcelona

El payés Juan de Cañamares intentó asesinarle con un cuchillo pero el toisón de oro que portaba el monarca, que murió años después en el pueblo extremeño de Madrigalejo, impidió que el arma causara más daños

HOY.es / césar cervera/ ABC.es

Miércoles, 1 de febrero 2017, 14:24

Fernando El Católico falleció en el pueblo extremeño de Madrigalejo duante la madrugada de 23 de enero de 1516, en la Casa de Santa María. Su muerte ocurrió mientras viajaba de Plasencia a Guadalupe, donde iba a asistir a un capítulo de las órdenes militares de Calatrava y Alcántara. Había sido también en Plasencia donde Bartolomé de las Casas se reunió por primera vez con el monarca para exponerle su opinión sobre la situación de los indígenas de América.

Ya se da por hecho que murió por sobredosis de 'mosca española', la cantárida, que se utilizaba en aquella época como afrodisiaco, ya que quería tener descendencia con su nueva esposa, Germana de Foix, de tan solo 18 años.

Sin embargo, podía haber muerto varios años antes, y la historia de España y del mundo hubiera sido bien distinta, ya que en 1492 sufrió un atentado que habría sido mortal si no hubiera sido porque el toisón de oro que portaba frenó el impacto del cuchillo con el que quisieron asesinarle.

Fue el 7 de diciembre. Fernando «El Católico» salía de una audiencia de justicia de la capilla de Santa Ágata, en Barcelona, cuando un payés llamado Juan de Cañamares le causó una cuchillada en el hombro. «¡O, Santa María, y valme! ¡O, qué traición!», gritó el Monarca aragonés al recibir una puñalada casi a la altura de la nuca, según cuenta el cronista Andrés Bernáldez.

Los guardias reales saltaron inmediatamente sobre el agresor, Juan de Cañamares, y si no lo mataron allí mismo fue porque el Rey se lo impidió. Él, más que nadie, quería saber quién se encontraba detrás de aquel atentado.

Al recibir el ataque, Fernando iba custodiado por unos cuantos funcionarios y un amplio grupo de gente se congregaba en esa plaza para dar la bienvenida al Monarca. Justo cuando se disponía a subir a su cabalgadura se acercó por la espalda Juan de Cañamares armado con un terciado de unos tres palmos de longitud, con el que le asestó al Rey un golpe vertical de arriba a abajo que pasando junto a la sien y la oreja izquierda. A pesar de la gravedad de la herida, de unos cuatro dedos de profundidad, el golpe fue amortiguado por el colgante del Toisón de Oro y pareció que no iba a comprometer la vida del Rey.

De hecho, Juan de Cañamares fue neutralizado al momento por el camarero real Antonio Ferriol y su mozo de espuelas Alonso de Hoyos, ambos se abalanzaron sobre el campesino y le apuñalaron tres veces con los cuchillos que llevaban al cinto.

En las primeras horas se llegó a decir que el Rey había muerto, lo que provocó desórdenes callejeros. La población tomó las calles clamando venganza contra el autor del ataque, hasta confluir frente al palacio para comprobar si realmente el Rey, todavía convaleciente, seguía con vida. No obstante, los rumores no iban tan desencaminadas. La herida sangraba abundantemente y, aunque no pareció ser de gravedad en un primer momento, los cirujanos hallaron rota la clavícula, retirando parte del hueso astillado, limpiándola del pelo que había entrado en ella y cerrándola con siete puntos de sutura.

El Rey recayó con fiebre alta en los siguientes días, hasta el punto de que se llegó a temer por su vida. Y es que en el ocaso del año más recordado de los Reyes Católicos, con la conquista de Granada, la expulsión de los judíos y la llegada de Colón a un nuevo continente; casi perdió la vida uno de sus artífices.

Con los ánimos más calmados en la ciudad, la catedral de Barcelona decidió que se mantendría abierta dos semanas en continua oración y se celebraron catorce procesiones por la recuperación de Fernando. El 9 de febrero, el Rey quiso agradecer todo este cariño cabalgando por las calles; en tanto, su esposa repartió limosnas a los pobres. Ya se había descartado completamente que Juan de Cañamares fuera la punta de una sublevación popular.

Leer artículo completo en ABC. es

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy El atentado que pudo matar a Fernando El Católico en Barcelona

El atentado que pudo matar a Fernando El Católico en Barcelona