Una pareja de Almendralejo recorrerá África en 14 meses llevando filtros de agua
Clara Pascual y Balta Arias quieren conocer y ayudar a las comunidades locales y luego transmitir en casa lo aprendido
Llevan toda la vida viajando. El matrimonio compuesto por una profesora de música madrileña Clara Pascual y el profesor de educación física de Almendralejo Balta Arias lleva décadas aprovechando cada día libre, cada vacaciones, cada puente para hacer kilómetros y conocer mundo. Primero con sus tres hijos y cada vez más, solos. Antes con una autocaravana y ahora con una furgoneta camperizada.
Pero ahora van a dar un paso más, porque este mes han emprendido un viaje solidario y de 14 meses seguidos por todo el continente africano. Lo harán para cumplir un sueño, pero también para ayudar a las poblaciones locales, a las que llevarán material y también filtros para potabilizar agua. «Creo que la experiencia va a ser dura, pero enriquecedora. Será como una prueba diaria», opina Balta Arias, para el que lo mejor será aprender que una vida diferente es posible vivirla con una sonrisa, algo que quieren después transmitir a sus hijos, a sus alumnos y al resto de compañeros docentes.
La profesora de música destaca que será «una experiencia de vida», porque «vamos a aprender que hay gente que apenas tiene nada y no por eso pierden la sonrisa de su cara».
El objetivo es conocer a fondo las comunidades locales por las que atravesarán África, desde Marruecos y el Sáhara hasta Nigeria o Senegal. Primero recorrerán de norte a sur el continente, intentando esquivar las zonas de conflicto armado, y luego seguirán un itinerario flexible.
Ya han establecido contacto con doce países, a través de compañeros, de colegios de español, de misioneros o de la universidad. Confían en que ellos sirvan de nexo para que las comunidades locales les abran sus puertas y puedan conocer sus costumbres a través de su cultura, su música y su forma de vida. Mientras, los docentes quieren ayudar transmitiendo también sus conocimientos y donando material. Entre ello, 50 filtros de agua reciclables y pueden durar hasta cinco o seis años, que han sido donados por el Club Rotary local.
