

Las primeras cañas marcan el ritmo en Plasencia
Jueves de Ferias. Entre cervezas tardías, el sonido de las charangas y el embrujo de Ana Guerra, la ciudad vivió una jornada llena de música y diversión
Juan Carlos Ramos
Viernes, 13 de junio 2025, 08:04
El sol se ha convertido en el mejor aliado de las Ferias de Plasencia. No pica, no quema, simplemente acaricia. Y así, entre esa ... luz dorada de mediados de junio y alguna que otra nube que sirve como sombrilla, la ciudad volvió a vibrar con un jueves que mezcló el inicio oficial de las cañas, charangas, atracciones y el ritmo de Ana Guerra.
A la hora del vermut, las terrazas ya murmuraban, pero sin el bullicio de antaño. Los soportales de la Plaza marcaron la animación a primera hora, pero dejaban espacio de sobra para el tránsito, algo impensable hace apenas unos años. Este año, las charangas han aprendido la lección: la gente madruga poco, así que mejor empezar tarde. Los grupos de amigos llegaron casi a la hora de la merienda, listos para lo que viniera.
Y lo que vino fue, como siempre, música a todo volumen. Desde pachanga y clásicos de los 80 y 90 -esa banda sonora de los que superan los 40- hasta el infatigable Paco Santos, que se multiplicaba entre el Gredos, San Nicolás y la Plaza de la Catedral. «Llevo más Ferias que el Abuelo Mayorga», repite con sorna mientras corre de un escenario a otro.
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Pero si algo quedó claro este año, es que los placentinos se suman cada vez más tarde a las cañas. Como si la canción de Los Secretos, popularizada por Joaquín Sabina, se hubiera convertido en lema involuntario: «Y nos dieron la una, y las dos, las tres y las cuatro...». Hasta las cinco y las seis no comenzó a impregnarse de color foros obligados como el Rincón de San Esteban, la plazuela de San Nicolás o la Plaza de la Catedral. «Cada año, más tarde» se lamentan los hosteleros. Quizá la causa esté en ese nuevo ritual de conservar fuerzas para la noche. Todos quieren llegar lúcidos y enteros a los conciertos, que no se celebran precisamente pronto.
Mientras los adultos saciaban la sed con las cañas, los más pequeños tenían su propio universo. Por la mañana, el parque de La Isla se convirtió en un circo de colores: globos, pintacaras, tatuajes temporales y hasta un rocódromo para los más aventureros. Por la tarde, todos migraron al ferial, donde la noria dominaba el paisaje.
Cuando el sol empezó a caer, el ferial se llenó de adolescentes. El Búnker y las casetas de la bandeja alta fueron el preludio perfecto para lo que vendría después. La Caseta Joven cierra a medianoche, nadie quiso perderse el plato fuerte: Ana Guerra en la Plaza Mayor. La canaria hizo temblar el corazón de la ciudad con temas como 'Lo sabía' o 'Bajito', pero fue 'Ni la hora' la que terminó de incendiar el ambiente.
La verbena para mayores arranca en La Coronación
El viernes de Ferias depara un día repleto de actividades para todos los públicos. Desde las 11.00, los más pequeños disfrutarán de la Feria infantil en La Isla, que se repetirá por la tarde de 17.00 a 19.00. De 13.00 a 16.00, las charangas animarán las calles. La Batukada Santuka La Perla saldrá de la Plaza Mayor a las 18.30, mientras que la Caseta Joven Búnker abrirá a las 18.00 hasta medianoche. Por la noche, el espectáculo de Ícaro en el Alkázar (20.30), la verbena con Isi Cobos y Charlie Music en La Coronación (21.00), y sesión DJ en la Plaza Mayor (20.30).
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