La nueva ordenanza de piscinas municipales de Plasencia contempla multas de hasta 1.500 euros

La ordenanza incluye un régimen sancionador que clasifica las infracciones en leves, graves y muy graves. Entre las leves se encuentran no ducharse antes del baño, utilizar objetos prohibidos como colchonetas o acceder con envases de vidrio. Serán sancionadas con un apercibimiento escrito y con la prohibición de entrada entre cinco y quince días. Si el mismo usuario reincide durante la misma temporada, podrá ser expulsado hasta por treinta días y multado con 300 euros. Las infracciones graves -como acceder a la piscina sin entrada, bañarse con ropa inadecuada o desobedecer órdenes de los socorristas- podrán acarrear multas de entre 301 y 750 euros y la pérdida del derecho de acceso entre treinta y sesenta días. Por su parte, las muy graves -como agresiones físicas con consecuencias, ensuciar el agua de forma intencionada obligando al desalojo del vaso o provocar daños en las instalaciones- se sancionarán con multas de entre 751 y 1.500 euros y expulsión de hasta dos meses.

Una de las novedades del texto es la posibilidad de sustituir las sanciones económicas por trabajos en beneficio de la comunidad. Será aplicable en casos de vandalismo, como destrozos o pintadas, siempre que exista un acuerdo entre el infractor y el órgano sancionador. Además, en el caso de infracciones cometidas por menores de edad, sus padres o tutores serán responsables de las sanciones económicas. Las entidades deportivas o educativas que accedan a las piscinas con autorización del Ayuntamiento también podrán ser responsables subsidiarios si alguno de sus miembros infringe la normativa.

Más allá del apartado sancionador, el reglamento regula numerosos aspectos del uso de las instalaciones. Se prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas, salvo en la zona del bar; no se permite fumar en las zonas de baño ni introducir envases de cristal, y se establecen normas para el uso de los vasos infantiles, que quedan restringidos a menores de seis años siempre acompañados por un adulto. También se exigen ciertas medidas de higiene, como ducharse antes del baño y usar pañales especiales en menores de dos años o personas con necesidades especiales.

El personal de la piscina, en especial los socorristas, tiene la autoridad para hacer cumplir las normas, ordenar la salida de los vasos o incluso expulsar a los infractores sin que ello dé derecho a reembolso alguno.