'Task': gatos persiguiendo ratones
Una serie de policías y ladrones con un reparto carismático encabezado por un enorme Mark Ruffalo. Robar a un criminal es meterse en un lío. Cien años de perdón, para nada
Ojo a HBO Max. Desde que la plataforma ha recuperado sus orígenes en el nombre, tras balbucear inexplicablemente con la definición de la imagen de marca, ha pegado un interesante estirón en su oferta de novedades, como si la vuelta de las míticas siglas a su denominación, abreviatura de Home Box Office, fuera un incentivo creativo desde una perspectiva simbólica. La miniserie 'Task' es un buen ejemplo del reciente salto cualitativo de la empresa propiedad de Warner (qué bien lo pasamos con 'Peacemaker').
La propuesta consta de siete episodios, estrenados semanalmente, cada lunes, con una premisa inicial que nos suena de algo, pero está tratada con originalidad y cuenta con un reparto excepcional encabezado por el inefable Mark Ruffalo, soberbio en su papel de agente del FBI en barbecho y padre de familia tocado por la mala suerte, incapaz de afrontar su día a día sin darle al frasco. La historia, creada por Brad Ingelsby, responsable de 'Mare of Easttown', una producción notable, con similar esquema, protagonizada por una excelsa Kate Winslet, se sitúa en Filadelfia y presenta un tema de actualidad en el país de las barras y estrellas: el asalto criminal a narcocasas. El ladrón que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón, o se mete en un lío del cual es difícil escapar con el pellejo intacto.
El pasado marzo se estrenó en Apple TV la serie 'Ladrones de drogas', cuyo punto de partida puede recordar a 'Task'. Dos viejos amigos se dedican a robar a narcotraficantes, asaltando sus viviendas haciéndose pasar por policías. En uno de sus asaltos, estalla la violencia y todo se complica hasta el punto de que tienen que huir desesperadamente con el botín manchado de sangre. La propuesta avalada por HBO Max también cuenta con esta idea en su trama, aunque los atracadores no se disfrazan de agentes de la ley. En su día a día recogen la basura de los suburbios de Filadelfia, la excusa perfecta para vigilar posibles objetivos antes de derribar la puerta de una patada, con los rostros escondidos tras caretas de animales y una pistola en la mano.
A esa línea argumental se une, en paralelo, la triste existencia de un miembro del FBI, parcialmente retirado, castigado por los problemas familiares. Se intuye que cualquier tiempo pasado fue mejor. Vive sumido en la rutina, atravesado por un alcoholismo incipiente. Incapaz de afrontar con garantías sus preocupaciones, recibe un encargo que le insufla cierta esperanza, o más bien mantiene ocupada su mente en otros dilemas. Como ocurre en 'Dept. Q' y 'Ballard', dos referencias estrenadas también este año, el protagonista, un investigador inusual, recibe el encargo de dirigir un operativo con varias personas peculiares y situar su oficina en un lugar cochambroso. Los sótanos donde se mueven los detectives de las series mentadas, disponibles en Netflix y Prime Video respectivamente, derivan en el estreno que nos ocupa en una casa destartalada que se cae a cachos en mitad de un bosque.
Polis y cacos en Filadelfia
Las penurias de los atracadores se cruzan con las pesquisas del singular grupo de investigadores. Ruffalo, espléndido en su rol, asume una posición similar a la de Winslet en 'Mare of Easttown', ambos detectives. El caso a resolver es una excusa en torno a la cual crecen subtramas y se presentan diferentes personajes, cada cual con su tara, sus problemas y anhelos. Las historias en paralelo se tocan y enriquecen el relato, trufado de diálogos intensos que elevan la propuesta. Tom Pelphrey ('Outer Range') encarna al ladrón de ladrones, el desastroso líder, a su pesar, de una banda de asaltantes y una familia desestructurada.
Separado, al cargo de varios hijos, encuentra su dosis de adrenalina, y un importante alivio económico, robando el dinero de la venta de estupefacientes a otros maleantes. En una de sus operaciones comete el error de meterse con quien no debe, con un club de moteros nutrido de mafiosos sin escrúpulos que no van a dejar pasar que alguien les quite la pasta sin consecuencias graves. El catastrófico asalto mete a los cacos en un enredo fatal. Por un lado, la policía les pisa los talones. Por otro, los agredidos claman venganza. La huida es inevitable. Gatos persiguiendo a ratones.
'Task' está bien escrita y cuenta con buenos personajes, principales razones para disfrutar con su visionado. De imagen cuidada, reflejando un EE.UU. decadente que se fusiona con una naturaleza presente que ilumina la desesperanza, cuenta con escenas de acción explícitas, bien planteadas, en mitad de un drama que crece insondable. Funciona como thriller, con su componente social, gracias a la labor de un reparto completado por el talento de Emilia Jones, Thuso Mbedu, Raúl Castillo, James McShane, Sam Keeley, Alison Oliver, Faien Frankel… y la mítica Martha Plimpton, la de 'Los Goonies'.