Santa María de Guadalupe
La autonomía extremeña comenzó el 25 de febrero de 1983 y con ella aparece la celebración civil del Día de Extremadura el 8 de septiembre, dos días después de la celebración litúrgica de Nuestra Señora de Guadalupe el 6 de septiembre
Teodoro A. López
Canónigo archivero emérito
Jueves, 5 de septiembre 2024, 08:06
Corría el último tercio del siglo XIII cuando, milagrosamente, se produce el hallazgo de una imagen de la Virgen María en la zona de las ... Villuercas, junto al río Guadalupe. En ese mismo lugar, varios clérigos de la villa de Cáceres y el pastor que encontró la figura propician la construcción de una pequeña ermita. En 1335, el rey Alfonso XI convierte el pequeño templo en rectoría toledana encomendada al curato de la cercana población cacereña de Alía. Los monjes jerónimos llegan en octubre de 1389 eligiendo a su primer prior, fray Fernando Yáñez, comenzando una larga dedicación a la Virgen por parte de esta orden monástica hasta la desamortización de Mendizábal en 1835, momento en el que se vuelve a encomendar el Monasterio y la Puebla a los clérigos toledanos.
Al otro lado del Atlántico, hacia 1525 con la evangelización del Nuevo Mundo los frailes extremeños levantan una ermita a la Virgen María en el cerro de Tepeyac (México), lugar donde se le aparece al indio Juan Diego. El obispo, Juan de Zumarraga, pide una señal a la Virgen para levantar allí un templo en su honor ocurriendo así la curación a su tío Juan Bernardino.
Vivencia litúrgico-devocional
El Papa Clemente XIII concede a todas las diócesis españolas la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe de México. Concretamente conservamos: «Asignación de la fiesta el día veinte y nueve de noviembre señalado, el Ldo. Fernando de Arce, de la Orden de Santiago, provisor de la ciudad de Mérida y su partido para que en dicho día se rezase de la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe con el rito de doble mayor» (Archivos Eclesiásticos, Calendario litúrgico del año 1760). En el apéndice del Misal Romano de 1879 la liturgia guadalupana se mantiene hasta el siglo XX que se limita a Hispanoamérica.
Un nuevo renacer surge para la Virgen de Guadalupe extremeña cuando el 1 de marzo de 1879 el santuario es declarado monumento nacional. Aunque de escasa influencia, Vicente Barrantes y su hijo comienzan en 1898 una campaña de reconocimiento. La Iglesia extremeña ayuda a su grandiosidad con dos grandes acontecimientos: la peregrinación regional de 1906 y el patronazgo de 1907 dado por el papa Pío X el 20 de marzo de este año, convirtiendo a Santa María de Guadalupe en patrona principal de Extremadura por petición del cardenal de Toledo, Ciriaco Sancha y Hervás, así como los obispos extremeños Félix Soto Mancera, de Badajoz; Ramón Peris Mencheta, de Coria y Eugenio Escobar Prieto, vicario capitular y gobernador eclesiástico de Plasencia. (Rescripto Pontificio, Guadalupe: revista quincenal, religiosa y social. Año I, 1907, núm. 10, pp.287-288).
La fiesta se celebra en la primera dominica de septiembre con la liturgia de México y la lección VI de los Maitines con referencia a la Virgen de Guadalupe de Extremadura. Doble de I clase con Octava. El calendario perpetuo para uso de las cuatro diócesis, revisado y aprobado por la Sagrada Congregación de Ritos el 28 de febrero de 1914, traslada el día de su fiesta litúrgica al día 6 de septiembre. La publicación de los textos litúrgicos fue el día 13 de octubre de 1917 continuando el rezo hispano guadalupano en Extremadura con el nuevo anexo. Posteriormente, en 1920, un nuevo oficio preparado para las cuatro diócesis por Rafael Balanzá Navarro, quien a los pocos años fue nombrado obispo auxiliar de Toledo, fue aprobado por el papa Benedicto XV. El obispo de Badajoz, José María Alcaraz y Alenda, enriquece la liturgia con las lecciones del nocturno II y III en el año 1932. La reforma litúrgica del Concilio Vaticano II (1963) manda que la misa y oficio divino en latín fuesen adaptados en la lengua vernácula, por lo que el cardenal Marcelo González Martín lo lleva a cabo en 1981, así como el arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, en 2007. Las dos diócesis restantes sufragáneas extremeñas aún esperan hacer.
La autonomía extremeña comenzó el 25 de febrero de 1983 y con ella aparece la celebración civil del Día de Extremadura el 8 de septiembre, dos días después de la celebración litúrgica de Nuestra Señora de Guadalupe el 6 de septiembre. Por lo tanto, el día civil de Extremadura no coincide con el día litúrgico de su patrona sino con la celebración de la Natividad de la Virgen, fiesta de gran carácter popular conocida como la Virgen de septiembre o de la «once mil vírgenes».
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