Una patada en el culo al año 2020
UNA VIDA PROPIA ·
Invítame a una copa y yo haré que sea Nochevieja», le decía el personaje de Marisa Paredes al de Juan Echanove en la última escena ... de 'La flor de mi secreto', de Pedro Almodóvar. Muchos de nosotros hubiéramos querido que la última noche de este año hubiese llegado bastante antes para perder de vista al que recordaremos como el peor año de nuestra vida, un año que nos ha dejado secuelas que se notan y cicatrices que no se ven. Un año que además de muerte y enfermedad, nos ha traído incertidumbre y ha devastado nuestra economía. Ha sido un año de pérdidas, en el que nos han faltado demasiadas cosas que hasta hace poco formaban parte de nuestra «normalidad» y que el minúsculo virus truncó poniendo nuestra vida del revés.
Cuando empezó 2020 estábamos con la mosca detrás de la oreja porque en la lejana China estaba propagándose un virus «raro» que en principio nos parecía que podía ser algo parecido a una gripe atípica que no tenía demasiada mortalidad. No le dimos mucha importancia porque ni por asomo imaginábamos lo que vino después: una pesadilla surrealista que se nos está haciendo eterna. El mundo ha cambiado de manera drástica en poco tiempo. Qué ilusos fuimos a principios de 2020 y qué panorama tan distinto al actual, con casi 50.000 fallecidos y más de 1.800.000 casos confirmados en España, una situación que se repite en todos los países del mundo. Ahora sí somos conscientes del peligro –aunque muchos siguen actuando como si les diese igual– y nos da escalofríos pensar en lo que se está por llegar. La luz al final de este túnel se divisa lejana, porque una ola de covid sucede a otra, los contagios siguen aumentando en plenas fiestas navideñas y nuevas cepas del coronavirus y sus mutaciones amenazan con llegar donde no llegaron las anteriores.
Quedan pocos días para Nochevieja y nunca ha tenido tanto sentido como ahora la canción de Mecano 'Un año más': «Y aunque para las uvas hay algunos nuevos, a los que ya no están echaremos de menos. Y a ver si espabilamos los que estamos vivos y en el año que viene nos reímos»... Ojalá sea así, ahora comienza un nuevo año que no sabemos qué nos deparará, pero tendremos que adaptarnos, conscientes de que si queremos cambiar las cosas debemos poner de nuestra parte.
Mañana empiezan en nuestro país las vacunaciones, que abren una puerta a la esperanza. Pero para frenar la pandemia no podemos bajar la guardia, porque está demostrado que cuando las medidas se relajan los contagios aumentan. Gabriel García Márquez escribió en 'La mala hora' que «la vida no es más que una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir». Y nosotros tenemos que aprovechar esas oportunidades, pero debemos ser responsables y plantarle cara al virus. y para ello deberíamos vacunarnos, aunque no sea obligatorio hacerlo. Es imprescindible estar protegidos para proteger a los demás, y aunque no sea la panacea, la vacunación podría ser el principio del fin de la pandemia.
Lo único que le pido a este 2020 al que afortunadamente ya le quedan pocos días es que la última campanada, al despedirse, cierre la puerta y de una patada en el culo a este puñetero año.
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