Noche fría de noviembre
Jorge Márquez
Domingo, 9 de noviembre 2025, 08:24
En el vacío del silencio, el reloj de pared suena como un corazón ajeno. El miedo irracional se le agarra a la nuca y a ... ratos le arranca espasmos de terror. Se asoma a la ventana a pesar del aire gélido para buscar en la calle a sus padres regresando a casa. Las farolas tiritan en la niebla, los coches se alinean como bueyes cansados. En la lejanía descubre una silueta que no es la de sus padres acurrucados la una contra el otro. Es un hombre que camina deprisa, embozado, aterido, con los hombros encogidos por el vértigo de una soledad abrumadora. Al principio no lo reconoce, pero hay algo en sus andares, en su manera de sobrellevar la noche, que le resulta insoportablemente familiar. Cuando el hombre se acerca lo suficiente, descubre que es su yo adulto, él mismo hecho invierno, y cierra la ventana de un golpe de espanto justo cuando oye la cerradura de la puerta de la calle.
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