Por una cita médica rural
Cruzando lindes ·
Gabriel Moreno González
Jueves, 29 de febrero 2024, 22:44
En no pocas ocasiones la política consiste también en la resolución de los pequeños problemas que afectan en el día a día a la ciudadanía ... y que son relativamente fáciles de abordar por parte de una adecuada gestión. A tal fin necesitamos, claro está, a representantes preocupados por sus representados, que conozcan sus inquietudes y demandas. En las páginas de este diario es rara la semana en la que uno no lee algún problema concreto que afecta a los extremeños y que lleva demasiado tiempo estancado, sin solventarse o durmiendo en el cajón de algún oscuro y kafkiano laberinto de despachos y burocracia. Otras veces las dificultades son más difíciles de identificar y se precisa una mayor recopilación de datos, tanto por parte de la Administración como de la sociedad civil organizada. Pero no es el caso de la problemática que hoy traigo, referida al sistema de citaciones médicas que realiza el Servicio Extremeño de Salud para los hospitales de la región.
Todos conocemos ya que nuestra comunidad autónoma es extensa, no muy bien cohesionada territorialmente desde tiempo inmemorial, con dos provincias gigantescas y, sobre todo, con una predominancia destacada de los municipios rurales, que constituyen más del 90% de nuestra planta local. Hay áreas de salud, en consecuencia, en las que algunas localidades quedan a más de una hora del centro hospitalario de referencia, como ocurre muy sintomáticamente con la de Cáceres respecto a poblaciones como Valencia de Alcántara, en el oeste, o Alía, Guadalupe y Cañamero en el este. Esta realidad implica que, cuando los hospitales citan a los vecinos de dichos municipios, los mismos tengan que desplazarse en coche privado (más de una hora) o en un transporte público muchas veces insuficiente, con horarios difíciles de adaptar a las necesidades individuales y a las propias horas de citación. Quedarse una noche en la casa de un amigo o de un familiar en Cáceres, por ejemplo, para ir al día siguiente y a primera hora a la cita médica, es algo más frecuente de lo que se cree en algunas latitudes, lo que afecta directamente al acceso equitativo a los servicios y prestaciones públicos. Porque, ¿qué ocurre con quien no tiene coche, recursos o posibilidades de pernoctación y movilidad?
Como el proyecto de investigación de la Facultad de Derecho que ha liderado mi compañera Silvia Soriano ('Igualdad de género en el entorno rural y municipal de Extremadura') ha demostrado, las carencias en el transporte público regional afectan particularmente a las mujeres rurales y mayores, donde es más normal la ausencia de vehículo propio. Aumentar y mejorar el transporte a demanda se hace urgente y necesario por parte de la Junta de Extremadura, pero también podría estudiarse, por qué no (¿tan difícil sería en el siglo XXI informatizado?) que los hospitales regionales citasen a los pacientes del entorno rural más alejado a horas menos intempestivas y no tan madrugadoras. Créanme, les facilitaría la vida a muchos extremeños y extremeñas.
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