Escapadas de andar por casa
UNA VIDA PROPIA ·
Los municipios de Extremadura siguen cerrados perimetralmente –al menos hasta el próximo jueves– para intentar que siga bajando la incidencia del virus. La incertidumbre por ... la pandemia sigue condicionando nuestro estilo de vida. Pero como las ganas de viajar no han cambiado, lo que tendremos que plantearnos a partir de ahora es cómo lo haremos, aunque todo apunta a que este año tendremos que viajar redescubriendo lugares próximos. Entre otras cosas porque no nos queda otra. Debemos poner a prueba nuestra capacidad de adaptación si queremos seguir viajando, eso sí, tomando muchas precauciones y con las medidas de seguridad.
A corto plazo iremos a destinos cercanos, lo que ahora llaman «staycation» (vacaciones en casa), una tendencia que gana adeptos y que nos invita a disfrutar de experiencias de proximidad, algo que llevamos un año haciendo 'obligados' por los confinamientos. Desde luego es una forma de viajar más cómoda y a la vez servirá para potenciar el turismo local... cuando esté abierta la hostelería.
Para ver con otros ojos el entorno, consciente de que debemos ser positivos y centrarnos en lo que podemos hacer, algunos días salgo con mis amigas a pasear por Badajoz y después de dejar atrás el 'overbooking' de gente en el paseo del río en los días que hace buen tiempo, nos dedicamos a algo tan sencillo como mirar hacia arriba y redescubrimos el encanto de algunas fachadas de calles del Casco Antiguo de Badajoz como Santa Lucía o San Juan.
Hace unos días hicimos una ruta siguiendo la margen del Guadiana hasta la pasarela, un recorrido que con las últimas lluvias habrá cambiado bastante porque el río ha crecido. Dieciocho kilómetros sin salir de la ciudad entre la ida y la vuelta. Un paseo en el que se disfruta de la tranquilidad del campo, se ve lo avanzadas que están las obras del quinto puente de Badajoz, y en el que pudimos admirar la luz del atardecer, que nos recordó los cielos que tan maravillosamente pintó Adelardo Covarsí, que jugaba con la luz y el color para embellecer las nubes teñidas de colores rojizos del ocaso.
Y ahora que nos han «abierto la veda» para salir del municipio en el que residimos y hacer viajes cercanos si es para practicar deporte, podemos calzarnos las zapatillas e ir también a San Jorge de Alor, dejar el coche al lado del cementerio que está a la entrada de esta pedanía de Olivenza y subir caminando hasta el mirador, un paseo muy agradable incluso si no es primavera y tenemos la suerte de ver florecer la rosa de Alejandría, que convierte en un jardín la zona cercana a los chozos. Las vistas de la sierra de Alor desde el mirador o la torre son preciosas, y nos pueden hacer olvidar durante un rato estos tiempos de pandemia y restricciones.
Pensándolo bien, tampoco está mal esto de viajar cerca de casa. Extremadura nos espera. Vamos a tener que hacer caso de lo que cantaba Ana Torroja con Mecano a mediados de los ochenta: «Hawai-Bombay son dos paraísos que a veces yo me monto en mi piso...». Pues eso, a montarnos los viajes cerca de casa, y para cuando se acaben los cierres perimetrales, coged mascarilla, gel hidroalcóholico y agarrad la mochila, que nos vamos de viaje... a La Vera, el Jerte, Monfragüe, Zafra, Guadalupe, Las Hurdes...
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