Un bus barato y eficaz
Análisis ·
La rebaja del 30% en el transporte público de Cáceres es una invitación a dejar el coche en casa de una vez por todasEl hábito de coger el coche para todo en Cáceres cada vez tiene menos justificación, no solo porque es una ciudad manejable donde en 15 ... minutos se llega andando casi a cualquier sitio, sino porque los incentivos para utilizar el autobús urbano no paran de crecer. El último es la rebaja del 30% en el precio de todos los abonos multiviaje que se aplicará desde el 1 de septiembre, en principio hasta final de año, gracias a que el Ayuntamiento cacereño, al igual que muchos otros de todo el país, ha decidido acogerse a las ayudas al transporte público aprobadas por el Gobierno de España. El descuento implica que la tarjeta mensual con viajes ilimitados costará 20,30 euros, y que cada trayecto que se haga usando el bonobús saldrá tan solo por 56 céntimos –la mitad de lo que cuesta el billete sencillo–, mucho menos si se tiene acceso a los abonos de familia numerosa o de usuario de los servicios sociales.
Esta rebaja viene a sumarse a la gratuidad del bus urbano para todos los menores de 16 años que entró en vigor en julio, también hasta fin de año, y que según los datos que ha ofrecido esta semana el Ayuntamiento está teniendo una gran acogida. Más de 2.400 niños y adolescentes lo han utilizado en cerca de 12.000 viajes durante el primer mes de funcionamiento de la medida.
Con estos precios pocas excusas quedan para seguir yendo en coche a todas partes, y no solo por lo barato que va a salir, al menos durante los próximos meses, coger el bus en Cáceres, sino porque se trata de un servicio que funciona bien. Ya lo he comentado otras veces. Los vehículos son modernos y la frecuencia de paso razonable, apenas hay aglomeraciones (excepto en la línea del campus en hora punta) y hace ya mucho que se terminó aquello de perder el tiempo esperando en la parada, porque la aplicación móvil informa con precisión de cuántos minutos faltan para que llegue el siguiente. Tan solo falta acabar con un prejuicio del que se habla poco porque, de puro absurdo, cuesta admitirlo, pero que por algún motivo sigue presente en muchas mentalidades: que el autobús es cosa de pringados y que lo que mola es lucir cochazo y aparcar a la puerta de tu destino, aunque sea más caro, lento y, por supuesto, contaminante.
Otra opción aún más sostenible sería la bicicleta, que se impone en Europa. Cáceres está invirtiendo mucho dinero en ampliar una red de carriles bici que ya supera los 50 kilómetros, pero su orografía la hace una ciudad poco amable para ese medio de transporte a menos que se disponga de una eléctrica. Además, la mayor parte de los carriles se encuentran en el extrarradio y a la gente le da miedo adentrarse pedaleando en el tráfico del centro urbano, y con razón a la vista del comportamiento hostil que muchos conductores (cada vez menos, afortunadamente) siguen teniendo hacia quienes se mueven sobre dos ruedas. Los carriles bici se utilizan, pero más para el ocio que para el transporte. Tiremos al menos de bus urbano.
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