El miedo infundado a la Agenda 2030
EL ZURDO ·
El lunes, 5 de septiembre, la única consejera de Vox en la Junta de Extremadura, Camino Limia, responsable de Gestión Forestal y Mundo Rural, publicó ... este irónico post en la red social X (antigua Twitter): «Iremos preparando 'el arca' de Noé, puesto que las Arcas ya sabemos quienes las están llenando con estos vaticinios apocalípticos…». Respondía así a una noticia titulada «2.000 litros por metro cuadrado, Grecia se enfrenta a 'Medicane', una DANA histórica', difundida en X por el geógrafo y profesor de la UEx Julián Mora Aliseda, acompañada del siguiente comentario: «La DANA de España será microscópica contra la de Grecia. Avisan de precipitaciones propias de climas tropicales monzónicos, pero multiplicando en sólo 2 días por 5 veces el total de un mes húmedo completo en el sudeste asiático. Equivaldrá a 4 años de lluvias en el país helénico».
No obstante, Limia es coherente con su negacionismo de la emergencia climática y su rechazo a la Agenda 2030 de Naciones Unidas, que incluye la lucha contra el cambio climático, amén del fin de la pobreza y el hambre, reducir la desigualdad, un crecimiento económico sostenible o promover la paz, entre sus 17 objetivos de desarrollo sostenible para el año 2030. Ese negacionismo y ese rechazo son una de las banderas ideológicas de Vox y de toda la extrema derecha aquende y allende el Atlántico, que considera la Agenda 2030 como un plan perverso promovido por progres y al servicio de oscuros intereses oligárquicos que pretenden liquidar la soberanía de las naciones y someternos.
Sin embargo, quienes parecen obedecer a oscuros intereses empresariales son quienes se oponen a dicha agenda, pues ¿quién puede estar en contra de la cooperación internacional para mejorar el bienestar de la humanidad y proteger la Tierra? Solo alguien miope, egoísta o que ve peligrar su negocio, las arcas que han estado llenando durante decenios de turbocapitalismo a costa del planeta y la mayoría de la gente.
Y es que el ultranacionalismo de la extrema derecha va de la mano del ultraliberalismo económico, aunque lo disimulen con una retórica obrerista, proteccionista y 'antiestablishment'. Para la ultraderecha, la legislación medioambiental es un freno al desarrollo económico. Botón de muestra de su desarrollismo es el pacto de gobierno entre PP y Vox en Extremadura, que contempla revisar las prohibiciones y limitaciones de la Red Natura, las políticas verdes y la PAC o eliminar «cualquier traba burocrática o legislativa en materia climática que afecte a la prosperidad del campo o la libertad de los extremeños».
Como dice Andrea Noferini, profesor del CEI International Affairs (Ethic, 21 de abril de 2022), este tipo de propuestas populistas son incapaces de resolver problemas globales que, a fin de cuentas, acabarán por afectar a toda la población. Por ello, aunque estima necesario aún adaptar la Agenda 2030 a las circunstancias de cada país, considera que, «independientemente de que un Gobierno sea de izquierda o de derecha, se trata de un espacio para el reconocimiento», por lo que rechazarla «es una postura carente de cualquier tipo de análisis y de profundidad».
El problema para el mundo no es la Agenda 2030, sino su incumplimiento, y «al ritmo actual de progreso» ninguno de los objetivos se alcanzará dentro de siete años, según un informe de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU.
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