Los gobiernos vasco y central pactan el traspaso de las prestaciones de paro
El País Vasco será la primera comunidad en gestionar esta competencia por valor de 822 millones de euros al año
Xabier Garmendia
Miércoles, 17 de septiembre 2025, 18:08
Imanol Pradales podrá presentarse mañana jueves ante el Pleno de Política General, la cita política anual por antonomasia en el Parlamento vasco, con un importante ... logro bajo el brazo. Tras un primer intento que fracasó el pasado julio, los gobiernos vasco y central finalmente han acordado este miércoles la transferencia de las prestaciones de desempleo, por lo que el País Vasco se convertirá en la primera comunidad autónoma en asumir esta competencia. A partir de su firma «antes de final de año» será Lanbide, y no el Sepe, la administración encargada de abonar los 822 millones de euros que cuestan al año, aunque luego le pasará la factura al Estado.
La fumata blanca ha llegado después de una reunión en Madrid entre el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, y la consejera de Autogobierno, Maria Ubarretxena. El Ejecutivo autonómico venía días remarcando la trascendencia de esta cita, en la que esperaba un «gesto político» por parte del Gobierno de Pedro Sánchez para «seguir confiando» en su compromiso de completar todos los traspasos pendientes antes de fin de año, tal y como pactó con el PNV en la investidura. Finalmente, ese «gesto» se ha hecho realidad, aunque todavía falta una veintena de materias por transferir y quedan tres meses.
Este traspaso supone completar el objetivo que el Gobierno vasco viene reclamando desde hace tiempo, el de disponer de una ventanilla única a la que acudir en vez de rotar entre las oficinas de Lanbide y las del Sepe. La primera, en manos de Lakua, se encarga desde 2011 de las políticas activas de empleo; es decir, las que desarrollan los programas de formación y las iniciativas para impulsar la contratación. Y la segunda, dependiente del Estado, lleva a cabo las políticas pasivas, lo que se traduce fundamentalmente en el pago de las prestaciones contributivas a los parados y los subsidios de desempleo.
El cambio de manos es políticamente muy delicado porque desata las históricas suspicacias en torno a la ruptura de la llamada 'caja única', aquella a la que llegan las cotizaciones sociales de todos los españoles y con la que se pagan las prestaciones sociales. Y eso que en las del paro, a diferencia de lo que ocurre con las pensiones, no hay déficit. Según datos del Ministerio, en Euskadi se recaudan 1.663 millones de euros en cotizaciones por desempleo y las prestaciones ascienden a 805, si bien a esa cantidad hay que sumar otros 17 por las cotizaciones por los desempleados que asume el Estado.
Para sortear esos recelos, no sólo de partidos políticos sino también de sindicatos y altos funcionarios, todo apunta a que la fórmula del traspaso es que Euskadi abone las prestaciones a través de Lanbide y luego le pase la factura directamente al Estado. Este método supondría la desaparición del Sepe, cuyos servicios se integrarían en el Servicio Vasco de Empleo. Se trata de 30 oficinas en toda la comunidad (15 en Bizkaia, 12 en Gipuzkoa y 3 en Álava) y un total de 534 empleados (475 funcionarios y 59 trabajadores laborales).
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