Las zonas de bajas emisiones de Mérida no incluirán más limitaciones de tráfico
El alcalde explica que las cámaras que se han instalado en la ciudad sirven para vigilar las agresiones al patrimonio y regular mejor el tráfico
Mérida inicia los trámites para redactar una ordenanza que regule las zonas de bajas emisiones de la ciudad (obligatoria en las que tengan más ... de 50.000 habitantes). El primer paso es abrirlo a la participación ciudadana para que vecinos y asociaciones hagan propuestas sobre el uso de estas calles en las que se prima a los peatones sobre los coches y se busca la accesibilidad universal.
El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, aclara que la nueva ordenanza no traerá más restricciones al tráfico de las que ya se han implantado. El último cambio fue liberar el tramo de Valverde Lillo para no acceder a la plaza de España por el costado del Hotel Ilunion Mérida Palace. En el resto de plataformas que se han hecho o se están haciendo pasan y pasarán los coches. Lennon y Graciano, por ejemplo.
Desde el gobierno local creen que la consulta tiene mucho valor porque recaba información. «Cómo lo ven y qué se podría mejorar según los vecinos, para eso sirve este proceso de propuestas iniciales», explica el alcalde.
Las cámaras de los monumentos aún no se han encendido porque falta la autorización de la comisión jurídica
El diseño final de la ordenanza depende de varios factores y varía de una ciudad a otra. Se tienen en cuenta el nivel de contaminación atmosférica, los picos de tráfico y la accesibilidad del entorno. Y eso hace que no valgan las mismas restricciones en Mérida que en Madrid. Adelanta también el alcalde que contará con las ideas de los grupos municipales.
Mérida parte con dos ventajas para implantar la ordenanza: bajo nivel de emisiones y una red consolidada de calles peatonales y semipeatonales. Las primeras plataformas únicas en la ciudad se hicieron en 2001. Ahora se extiende por Suárez Somonte, Travesía de Parejo, Hernán Cortés o la Rambla de Santa Eulalia.
«Esto al final es una obligación, hay que hacerlo. Habrá una ordenanza, un proceso participativo, y desde mi punto de vista, no habrá restricciones más de las que existen hoy en día sin esa ordenanza de bajas emisiones», concluye.
Desde el Ayuntamiento piden hacer pedagogía con estos conceptos urbanos y no confundir a los vecinos. Y puso como ejemplo el alcalde la instalación de cámaras en la ciudad. Insiste con vehemencia que no son coercitivas ni se colocan para vigilar, multar o sancionar. Son fuentes de información, dijo. Sirven para gestionar los flujos de tráfico y decidir si conviene cambiar el sentido en una calle.
Y esta función es totalmente independiente a las 42 ya instaladas por el proyecto de ciudades inteligentes de la Diputación. El despliegue se ha hecho por los recintos monumentales para protegerlos de actos vandálicos. Todavía no se han encendido porque falta aún la autorización de una comisión jurídica que valida este tipo de instalaciones que graba en la calle. Hay cámaras en la entrada del Teatro y Anfiteatro y el parque de los Milagros.
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