Los jóvenes de las tres diócesis conocen a Santa Eulalia

Su grupo se hizo notar. Iban todos con la misma sudadera azul, la acreditación al cuello y entraron al parque cantando. Dos horas más tarde ya casi no tenía voz.

Ha sido un día festivo para la cantera católica de la región. Las tres diócesis de la provincia eclesiástica de Extremadura quisieron que la ciudad acogiera por el año jubilar eulaliense una interdiocesana juvenil. Y ha sido un éxito. Si en la previa los organizadores hablaban de dos mil jóvenes, esta tarde había muchos más en la misa con los obispos. Acompañó el día primaveral y el sitio elegido. Explanada amplia, con césped para sentarse y cerca del centro.

Antes de la misa, se repitieron las alusiones a Santa Eulalia. Cada uno a su manera hablaron de la mártir. Elena y su grupo, por ejemplo, prepararon una oración conjunta que rezaron en la Basílica. Fue lo primero que hicieron antes llegar a los Milagros. Recorrieron el puente romano a pie y se ganaron el jubileo. Luego, a los Milagros

Y allí esperaban también grupos de catequistas que acompañan habitualmente a los adolescentes a los eventos de este tipo.

Andrea vive desde hace ya casi diez años en Badajoz. Es profesora de infantil y por las tardes ayuda en su parroquia. Hace cuatro años el párroco le ofreció preparar a los grupos de postcomunión. «Me hace muy feliz ver cómo se despierta la fe entre los chicos». Aconseja a todos los que tienen fe y vida interior reuniones con jóvenes.

Para la jornada también hablaron previamente de Santa Eulalia y su martirio. «Los muchachos se han dado cuenta que Santa Eulalia podría ser hoy uno de ellos, uno de los que se rebela contra las injusticias y no se calla cuando creen que tiene razón. Por eso es tan fácil identificarse con ella a esta edad».

Y a los jóvenes de Mérida les tocó ejercer de anfitriones. María Isabel Sánchez, por ejemplo, ayudó desde primera en la organización. Estuvo con los que iban entrando y orientó a los que no sabían donde dirigirse. Participa en un grupo de oración en la Basílica y a mediodía estaba especialmente orgullosa de ver cómo otros chicos de su edad se acercaban a la imagen de la mártir y rezaban por Santa Eulalia.

La fiesta siguió tras la misa conjunta. Hubo paella, cañón de espuma y un festival de música con grupos que cantaron canciones religiosas. Participaron, sobre todo, adolescentes. Mucha guitarra y corros sentados en el césped. En la misa, junto a los jóvenes, también el alcalde de Mérida y representantes de la asociación de la Mártir Santa Eulalia, que siguen con el calendario del año jubilar.