El Gobierno destina 8,3 millones a la seguridad y alimentación del centro de acogida de migrantes de Mérida
Los contratos tienen un año de duración para unas instalaciones que cuentan con capacidad para 820 personas
Inversión millonaria para los servicios de alimentación y seguridad del centro de acogida temporal situado en el polígono El Prado de Mérida, con el consiguiente ... impacto en el empleo local. El Gobierno, a través de la empresa pública Tragsa, destina 8,3 millones de euros a estos dos contratos, que tienen un año de duración y que contemplan hasta doce meses de prórroga.
Ante la situación de crisis humanitaria la Secretaría de Estado de Migraciones declaró en octubre del pasado año la emergencia para la prestación de servicios, realización de obras y adquisición de suministros esenciales para atender las necesidades básicas de personas migrantes llegadas a las costas españolas. Esta situación se ha ampliado en cuatro ocasiones, la última en mayo.
Actualmente la gestión de los dispositivos disponibles para atender esta situación de emergencia se está llevando a cabo a través de encargos a la empresa pública Tragsa, de ahí que sea esta entidad la que se encargue de convocar estos concursos.
La documentación de los contratos señala que la situación actual de llegadas de personas en situación irregular a las costas españolas, así como las proyecciones realizadas en el ámbito europeo, nacional y autonómico, «no parecen señalar un cambio hacia la reducción a las mismas, sino que, de mantenerse el patrón actual, se volverán a sobrepasar los récords históricos de llegadas durante 2024 y el primer trimestre de 2025».
Por ese motivo, la Dirección General de Atención Humanitaria y del Sistema de Acogida de Protección Internacional comunicó a Tragsa el pasado 16 de julio que se mantendrán los encargos durante 2024 y 2025. Los dos contratos de Mérida obedecen a esas previsiones.
Las cifras de las licitaciones dan una idea de la magnitud del centro de acogida, para el que se prevé una capacidad máxima de 820 personas, aunque en determinados meses de este año se ha llegado a superar esa cifra.
El contrato más cuantioso es el de alimentación. De un año de duración, está dotado con 6 millones de euros. La previsión es que empiece en diciembre.
Según el pliego de condiciones, los menús a suministrar deberán respetar los principios básicos de equilibrio, variedad, gusto agradable y aporte calórico suficiente. El adjudicatario deberá servir desayunos, almuerzos, meriendas y cenas, así como un menú preparado para llevar y consumir fuera del centro. También se contempla un servicio de media dieta, que incluirá entre uno y tres de las cuatro comidas principales citadas.
Teniendo en cuenta la procedencia de los migrantes acogidos en el centro, el contrato contempla menús especiales sin carne de cerdo para musulmanes, así como dietas infantiles y otras especiales que tengan en cuenta intolerancias y alergias.
Además, se empleará carne con certificado de sacrificio por el rito 'halal', como exige la religión musulmana. En la misma línea, el contrato establece que en época de Ramadán el servicio se adaptará a las circunstancias de esta festividad, en la que no se ingieren alimentos ni bebida durante el día, pero que exige un servicio de alimentación extraordinario en horario nocturno.
El adjudicatario deberá presentar con anterioridad al inicio de la prestación una relación detallada que comprende a todo el personal que adscriba al servicio, para lo que deberá incorporar a quince personas que ya trabajan en el centro, lo que se conoce como subrogación.
Contrato de seguridad
En cuanto al servicio de vigilancia y seguridad, sale a licitación por un año junto a otro centro de acogida de personas migrantes, situado en Campano, en Chiclana de la Frontera (Cádiz).
El servicio será prestado por vigilantes sin arma y con vehículo, durante 24 horas de lunes a domingo. Su trabajo consistirá principalmente en una acción de carácter preventivo para proteger a las personas, instalaciones, bienes y equipos que se encuentren en el centro de acogida, así como intervenir en situaciones de peligro o emergencia, dando una respuesta rápida y eficaz ante contingencias imprevistas como accidentes, incendios u otros siniestros o sucesos similares.
La empresa se encargará igualmente de inspeccionar periódicamente los accesos a la parcela; controlar las entradas de personas, vehículos y mercancías; garantizar el cumplimiento de las normas de circulación en el interior del recinto; realizar rondas y fichajes de control que se establezcan y participar activamente en cualquier supuesto de alarma o evacuación, accionando los mecanismos y dispositivos para casos de emergencia en comunicación con las fuerzas y cuerpos de seguridad.
El contrato exige un servicio de vigilancia dividido en turno diurno, de 16 horas, y nocturno, de ocho horas. Para el centro emeritense se ha establecido un mínimo de trece vigilantes en turno diurno y nueve en turno nocturno. Pero hay que tener en cuenta las condiciones recogidas en el convenio colectivo en cuanto a descansos y trabajo en jornadas festivas. De hecho, el adjudicatario deberá asumir a 56 personas que ya están trabajando como vigilantes de seguridad.
El centro se encuentra en las antiguas instalaciones del albergue El Prado de Mérida, que fueron vendidas por el Consistorio emeritense al Ministerio de Inclusión. El objetivo es crear un centro de acogida de protección internacional, para lo que se destinará una cifra estimada de 14 millones de euros. Las instalaciones tendrán capacidad para 300 plazas divididas en habitaciones dobles, triples y adaptadas a personas de movilidad reducida, así como para unidades familiares.
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