Las excavaciones en la Casa del Anfiteatro hallan unas nuevas termas debajo de las tumbas

Aunque la del Anfiteatro no es una residencia familiar al uso, de hecho es la más grande de las que se conocen en Mérida, las termas tienen una configuración como construcción pública y de uso habitual. «Lo magnífico de esto es que están conservadas estupendamente, se han encontrado todo el sistema decorativo, con sus placados de mármol y las cornisas». También las pinturas de las paredes porque tienen los alzados ya estimados de todas las habitaciones y han dado con toda la estructura subterránea. Estima Bejarano que tienen ahora delante las termas más grandes de Mérida y la mejor conservada.

En Mérida la referencia principal son las de Pontezuelas y cree Bejarano que en tamaño, las desenterradas ahora se asemejan mucho. Aunque todavía falta por definir por completo.

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El relato histórico que hacen es que tras la amortización de las termas, cuando se dejaron de usar a final del siglo III, se fueron reutilizando. Sobre todo se llevaron el pavimento y el mármol. Habitual era en esa época que los materiales de unas infraestructuras en desuso se utilizaran para nuevas construcciones. Los arqueólogos han documentado que sobre los niveles de las termas se construyó luego en la época visigoda un área funeraria.

Estas tumbas ya estaban documentada. Se excavaron en los años sesenta. Lo que se conoce ahora son las termas romanas que hubo debajo del área funeraria de la época visigoda. Han llegado al uso que tuvo la casa en la época romana.