Los coros entran en concurso junto a chirigotas y comparsas

Ha tenido durante años Mérida un coro carnavalero que iba a Cádiz, pero esta edición no sale y sigue sin despegar género en Mérida. Por volumen, música y logística los carnavaleros de la ciudad respetan a los coros que se presentan.

Ayer abrió la tercera sesión Ojú que lío. Luego siguió el habitual reparto entre chirigotas y comparsas. Con una Chirigota Divina y el Coleccionista. Tras el descanso, Esto no hay quien lo pare, y cerraron los Quemaos.

En la noche del viernes, parte del protagonismo fue para los veteranos de la Marara. Fueron aclamados en su versión monumental de este año. Van de Teatro Romano, con sus columnas y la diosa Ceres en su trono. La mejor versión para cantar que son «de Mérida de toda la vidad».

El viernes también pasó por el María Luisa la comparsa femenina la J'otra como lagartas, una versión de mujer empoderada que no se calla.

La juventud la pusieron las Desiguales, la chirigota que homenajea este año a los barrenderos de Fomento que limpian la ciudad. La comparsa de Calamonte se ha metido en esta ocasión en la piel de un limpiabotas humilde con un repertorio que invita a rebelarse contra los trabajos precarios.

La sesión del viernes la abrieron las Fanáticas, con su idea de lo que debe ser una madrina y jefa de la mafia de la ciudad.

Y esta tarde se llega al final con el otro coro La última función y con los juveniles recién ascendidos a chirigota adulta, los Paveras. Luego las del primer puesto y tras el descanso Luna llena y Las justinas. El jurado anunciará pocos minutos después de la última actuación de la noche quienes pasan a la segunda fase de semifinales, que tendrá lugar el próximo fin de semana. Los coros, por su parte, ya se despiden del certamen.