El campus internacional de teatro trae a Mérida a veinte jóvenes de nueve países
Participarán en la programación de Augusto en la calle y producen sus propios monólogos relacionados con la Orestíada
A. Gilgado
MÉRIDA.
Jueves, 25 de julio 2024, 07:45
El campus de voluntariado del Festival de Teatro destaca por una doble singularidad: es de los pocos vinculados a las artes escénicas grecolatinas y tiene carácter internacional.
Hay jóvenes de Extremadura o Andalucía, pero también de Italia, México, Francia o Armenia. De hasta nueve nacionalidades distintas. Raquel Bazo, la directora, imparte las sesiones en inglés y le ayuda a un traductora que va explicando con más detalle a los participantes las pautas de trabajo.
El grupo de 21 jóvenes conviven estas dos semanas en Mérida y tienen a la Orestíada de Esquilo como hilo conductor. A partir de esta trilogía de obras de teatro que escribió Esquilo a mediados del siglo V a. C. en Atenas conocen a la familia de los atridas, Agamenón, las Coéferas y las Euménides. Tienen dos semanas para empaparse de lo que es sacar adelante un montaje teatral clásico. Investigación de textos, escritura propia y función final. «Es importante que conozcan, sobre todo, el trabajo de campo». Jesús Cimarro, el director del Festival, les invitó a disfrutar de la experiencia en su visita al Centro Cultural Alcazaba. Allí trabajan cada mañana. «Siempre les digo que sean esponjas durante estas dos semanas». La concejala de Juventud en el Ayuntamiento de Mérida, Laura Iglesias, destacó el campus que se organiza en Mérida como un espacio único entre la oferta que tienen cada verano los jóvenes europeos para hacer su estancia de voluntariado. Aprovechan además para asistir a las funciones del Teatro Romano.
Laura Iglesias les pidió que mantengan siempre ese espíritu por participar en iniciativas culturales que les ha traído hasta Mérida. La consejera de Cultura de la Junta de Extremadura, Victoria Bazaga Gazapo, valora de esta iniciativa el interés del Festival de Teatro Clásico por llegar a la juventud. «Hay una juventud inquieta que dedica sus vacaciones y su tiempo libre para seguir aprendiendo».
Y también le da Bazaga importancia a la internacionalización de la convivencia. En el Centro Cultural Alcazaba coinciden cada día jóvenes de varios países que alumbrarán un proyecto común. Raquel Bazo les recibió el pasado lunes y el martes empezaron con la formación teatral. Salvo uno, el resto no ha hecho nunca teatro. «Hemos empezado desde cero en un doble camino. Por una lado trabajamos la interpretación y por otro la escritura teatral».
El montaje que preparan lo forman 22 monólogos que cada uno escribe investigando sobre su personaje. Actuarán en la programación de Augusto en Mérida. «Todo esto no tendría sentido si ellos no sienten el intercambio de sensaciones con el público».
Destaca Raquel Bazo que hace diez días no existía ni una palabra de texto escrita, ni un personaje creado y ni tan siquiera cómo iban a ser los intérpretes. «Es un reto que hemos podido superar y aprovecho para dar las gracias a Mérida por acogerles también».
De Armenia han venido esta edición tres jóvenes. Arbin es uno de ellos. Nunca antes había hecho teatro y se apuntó porque quería salir de su zona de confort para sumergirse en una cultura que no conoce. En Armenia estudia informática. Sin idea previa del teatro clásico ni de España. «He hecho muchos voluntariados en los últimos veranos y sin duda éste es el que más me ha gustado. Agradezco mucho a Raquel cómo nos enseña». Estos días investiga sobre el mito de Clitemnestra y un texto dramático para mostrar al público.
