Polonia despliega cazas y cierra parte de su espacio aéreo ante los últimos ataques de Rusia

Según datos de la plataforma de seguimiento de vuelos FlightRadar24 recogidos por la emisora nacional TVN24, también las autoridades polacas han cerrado temporalmente al tráfico los aeropuertos de Rzeszów y Lublin debido a una «actividad militar no planificada relacionada con la seguridad del Estado». En este caso, se trata de prevenir que las aeronaves comerciales interfieran en el patrullaje de los F-16 en sus misiones de reconocimiento por el sudeste del país. Los pilotos polacos han estado acompañados por aviones de combate de la OTAN.

El Mando Operativo ha incidido en que las acciones emprendidas por la aviación polaca y aliada han sido estrictamente de carácter defensivo y preventivo. Las fuerzas aéreas desarrollan habitualmente este tipo de misiones cuando se produce un ataque aéreo sobre Ucrania, pero se han visto reforzadas en las últimas semanas a medida que Moscú ha incrementado la intensidad de los bombardeos con misiles de largo alcance y enjambres de cientos de drones.

La intrusión a principios de septiembre de 19 aviones no tripulados en su espacio aéreo supuso, además, un punto de inflexión. El propio mando operativo ha confirmado este domingo en la red social X que el aumento de las patrullas fronterizas es una «reacción a los recientes bombardeos» rusos contra el oeste ucraniano, próximo a la frontera con Polonia.

El comunicado señala que estas actuaciones se han llevado a cabo «de acuerdo con los procedimientos aplicables» y activando todas «las fuerzas y los recursos a su disposición». Como parte de la operación, las autoridades militares polacas han reforzado asimismo la vigilancia en las regiones fronterizas y mantiene «sus fuerzas y recursos subordinados listos para una respuesta inmediata».

La tensión en el este de Europa ha escalado de una manera casi sin precedentes, aunque es cierto que las medidas de seguridad en Polonia, así como en los países bálticos, son mucho más estrictas desde el inicio de la invasión de Ucrania. Lituania ha enviado numerosas tropas a la frontera con Bielorrusia y las autoridades polacas también han cerrado la mayoría de los pasos terrestres, salvo dos que son necesarios para el transporte de mercancías.

El Ministerio de Asuntos Exteriores insta desde hace dias a sus ciudadanos afincados en territorio bielorruso, o que permanecen allí de viaje o por motivos laborales, que piensen en salir «urgentemente» y regresar a Polonia. Los avisos se repiten desde que su espacio aéreo fuera invadido recientemente por los drones rusos y mientras Rusia y Bielorrusia realizan maniobras militares conjuntas. Los tres países mantienen una relación de alta «tensión», pero en caso de que hubiera «un deterioro drástico de la seguridad» o un cierre de fronteras, «la evacuación podría resultar considerablemente más difícil o incluso imposible», ha alertado el Gobierno polaco a sus nacionales. Numerosos compatriotas han hecho caso a la recomendación y en los últimos cinco días se han registrado grandes caravanas de vehículos en el paso de Terespol-Brest, el único convencional entre Polonia y Bielorrusia.

Horas antes de la última misión de vigilancia de los cazas polacos y de la OTAN, que se ha prolongado al menos hasta las seis de la mañana (hora española), medios ucranianos habían reportado previamente que Kiev y otras ciudades como Zaporiyia, Odesa, Sumy o Jmelnitsky, habían sido objeto de ataquesdel ejército ruso, incluyendo «bombarderos de largo alcance, misiles y enjambres de drones», que han provocado interrupciones parciales en el tráfico aéreo nacional. Las fuerzas armadas han detectado 647 drones y 40 misiles en una madrugada de «terror». El bombardeo se ha prolongado casi doce horas y miles de personas han pasado la noche en refugios y estaciones de metro.

Kiev ha sido blanco del más notable ataque de esta madrugada, que se ha saldado con al menos cuatro muertos. Uno de los fallecidos es una niña de doce años que ha quedado sepultada bajo una losa de hormigón. Otras dos víctimas mortales han sido una enfermera y un paciente del Instituto de Cardiología donde ha impactado un aparato explosivo.

Ocho distritos de la capital han sufrido impactos directos que han ocasionado daños en edificios residenciales, incendios en vehículos y afectaciones en infraestructuras urbanas. De hecho, fuentes municipales afirman que «barrios enteros» han terminado convertidos en ruinas. Los trabajos de rescate entre las ruinas son lentos y peligrosos. Dos rescatistas han resultado heridos esta mañana al desplomarse parte de una casa donde buscaban posibles víctimas.

En Zaporiyia, situada en el sureste del país, el gobernador Ivan Fedorov ha informado que una escuela ha resultado dañada y un edificio de gran altura ha ardido tras el impacto de los proyectiles. Treinta residentes de este inmueble, incluidos cuatro niños, han resultado heridos. El bloque se ha derrumbado después de que las llamas lo calcinasen por completo.

Andriy Sybiha, ministro de Asuntos Exteriores ucraniana, envió un mensaje a través de X donde denunció: «Rusia lanzó otro ataque aéreo masivo contra ciudades ucranianas mientras la gente dormía». En una línea parecida, el jefe de la oficina presidencial, Andriy Yermak, declaró que Moscú libra una «guerra contra civiles» e instó a los países occidentales a acordar más sanciones contra los invasores, «Los golpes económicos de Occidente contra Rusia también deben ser más fuertes».