Orbán arremete en Roma contra la UE: «No cuenta para nada»
El primer ministro húngaro es recibido primero por el Papa y luego por Meloni y anuncia que se verá con Trump para «resolver el problema» de las sanciones al petróleo ruso
«La Unión Europea no cuenta para nada». El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, no se mordió la lengua a la hora de proclamar sus ... habituales soflamas en contra de los Veintisiete y a favor de Rusia durante la visita que hizo este lunes a Roma para reunirse primero con el Papa León XIV en el Vaticano y, más tarde, con su homóloga italiana, Giorgia Meloni. Entre una cita y otra, el líder magiar mantuvo una conversación con los diarios 'La Repubblica' e 'Il Messaggero' en la que volvió a demostrar por qué representa hoy el socio más díscolo de la Unión Europea, principalmente a la hora de apoyar a Ucrania frente a la invasión rusa. «Hemos subcontratado a los americanos y a los rusos la posibilidad de resolver la guerra. Por desgracia no tenemos un papel. Europa está totalmente fuera de juego», lamentó, adelantando que tiene previsto reunirse la semana que viene con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para «resolver el problema» de las sanciones al petróleo ruso.
El Gobierno de Hungría no está dispuesto a aplicar las medidas anunciadas la semana pasada por Washington contra las dos principales petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, como respuesta a las largas de Moscú para poner en marcha un proceso de paz que permita poner fin a la guerra en Europa oriental. Principal aliado del presidente ruso, Vladímir Putin, dentro de los Veintisiete, Orbán consideró que Trump ha ido «demasiado lejos» con las sanciones al petróleo ruso, al menos «desde el punto de vista» de Hungría, que depende de las importaciones de hidrocarburos desde ese país. «Sin ellos los precios de la energía subirán hasta las estrellas, provocando una carencia de nuestras reservas», aseguró.
Aunque adelantó que la conversación con Meloni iba a estar centrada en la situación de la economía europea, ya que acerca de la guerra en Ucrania había «poco que hacer», lo cierto es que Orbán sí que trató esta cuestión con la primera ministra italiana, según confirmó el Gobierno de Roma. También hablaron sobre la necesidad de alcanzar «una gestión eficaz e innovadora» de la inmigración, un tema en el que Meloni y Orbán mantienen posturas muy cercanas al rechazar ambos con dureza la llegada de indocumentados y de refugiados.
Esa posición, en cambio, le aleja de la mano tendida con los extranjeros que defiende el Papa León XIV, con el que el líder magiar se reunió en el Palacio Apostólico del Vaticano. Gran defensor en cambio del concepto de familia tradicional y de los preceptos cristianos más conservadores, Orbán habló sobre estos asuntos en el encuentro que mantuvo tras verse con el Pontífice con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, quien estaba acompañado por el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados. En esa reunión hubo «amplio espacio» para las «cuestiones europeas, en particular el conflicto en Ucrania, y a la situación en Oriente Medio», según informó en una nota la Santa Sede.
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