Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Los cuerpos de los cinco fallecidos en las protestas de Bolivia. . Afp

El Gobierno de Bolivia investiga la muerte de nueve partidarios de Evo Morales durante las protestas

Las víctimas, algunas con disparos en la nuca, fallecieron durante el traslado hasta un centro sanitario de Cochabamba

EFE

La Paz

Sábado, 16 de noviembre 2019, 01:38

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La muerte en los graves disturbios de al menos nueve personas agrava aún más la profunda situación que sufre Bolivia, mientras los políticos intentan avanzar hacia unas nuevas elecciones como solución a la crisis desde la renuncia de Evo Morales. Los féretros de algunos de los fallecidos comenzaron este sábado a llegar a Cochabamba, capital de la región homónima, la más castigada por la violencia desatada tras los fallidos comicios del 20 de octubre que desembocaron en la salida de Morales del país.

Los ataúdes de cinco de los muertos en los trágicos disturbios del viernes fueron recibidos con gritos clamando justicia frente al Instituto de Investigaciones Forenses en Cochabamba, en el centro del país. Familiares y amigos insistieron en las denuncias sobre una dura intervención de policías y militares el día anterior, cuando una marcha de cocaleros afines a su líder Evo Morales intentaba entrar en Cochabamba. «Acaso somos perros», se preguntaban, para denunciar ante las cámaras que «no pueden matar de esta manera».

El Gobierno interino de Jeanine Áñez mantiene que no está claro que los disparos mortales fueran de policías y militares, que desde el lunes pasado patrullan conjuntamente para intentar mantener el orden tras el caos en que se sumió Bolivia con la salida de Morales ese día camino de su asilo en México. Un equipo de forenses enviado por la Fiscalía investiga las muertes en los disturbios más graves desde las elecciones, con más de un centenar de heridos y cerca de doscientos detenidos.

Hacia unas nuevas elecciones

Las protestas en Bolivia ya han causado 22 muertos y más de 500 heridos desde el día después de aquellos comicios, en los que Morales fue reelegido para un cuarto mandato consecutivo, hasta que el pasado domingo la Organización de Estados Americanos alertó de «graves irregularidades» y anunció su renuncia a la Presidencia.

La única salida a la crisis más profunda en Bolivia desde la «guerra del gas» de 2003, que dejó más de sesenta muertos, parece ser por ahora una nueva cita con las urnas, un proceso que podría retrasarse unos tres meses. Para agilizarlo, este sábado el Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, que controla el Parlamento, anunció para el martes una sesión que inicie el proceso, que pasa primero por nombrar un nuevo órgano electoral que suceda al anterior, cuyos miembros están procesados y algunos ya en prisión por el supuesto fraude del 20 de octubre.

Ese órgano electoral debe salir de una Asamblea Legislativa en la que el MAS tiene mayoría de dos tercios, frente a una oposición que sustenta el Gobierno provisional de Áñez. La presidenta interina reitera que su objetivo es nuevos comicios, pero para ello tiene que entenderse con el MAS en un Parlamento que aún no se ha pronunciado sobre la renuncia de Morales. Un trámite que puede convertirse en más que un formalismo en la actual coyuntura.

El que fuera durante los últimos casi catorce años presidente del país avisó desde México que quiere volver, aunque ya no sea candidato de nuevo si con eso ayuda a traer paz a su amada Bolivia, para enfado del Ejecutivo interino porque considera que no debería hacer declaraciones políticas estando asilado.

Nueva política exterior

Una de las primeras decisiones de Áñez fue apartarse radicalmente de los aliados políticos de su antecesor, empezando por Cuba y Venezuela. Un grupo de 226 médicos cubanos salía por la mañana rumbo a su país desde el principal aeropuerto de Bolivia, el de Viru Viru en Santa Cruz, tras las denuncias del Gobierno boliviano de que entre este colectivo hay quienes instigan la violencia en el país.

Poco después de despegar el vuelo de Cubana de Aviación, Áñez aparecía en la televisión estatal de Bolivia en una videollamada con el dirigente de oposición Juan Guaidó, líder del Parlamento y quien se proclamó presidente encargado de Venezuela. «Celebramos que haya cortado de tajo relaciones con el dictador«, dijo Guaidó sobre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

El nuevo aliado del también nuevo Gobierno de Bolivia, que ejerce desde hace solo cuatro días, aventuró que lo que pasa en el país sudamericano «no es una brisita, sino un gran huracán de democracia para liberar no solamente a Venezuela, sino también a Cuba«.

Tras la llamada a Caracas, la mandataria provisional recibía en La Paz al enviado de las Naciones Unidas para Bolivia, Jean Arnault. Su misión es «buscar una salida política» en un país convulso que evidencia una «necesidad urgente de diálogo», proclamó el enviado.

Una trágica lista de 22 muertos, más de 500 heridos y más de 600 detenidos suma esta convulsión que se intenta apaciguar con otra cita electoral.

Enfrentamientos en La Paz. Efe

Más de 100 detenidos en la Paz

Un total de 110 personas han sido detenidas este viernes en La Paz en una nueva jornada de protestas en Bolivia, en este caso contra el Gobierno de Áñez, ha informado el diario 'El deber'. «Estamos procesando cada caso particular, se les están revisando sus pertenencias, hemos encontrado artefactos explosivos, piedas, palos, hondas, objetos contundentes con los que estaban causando temor a su paso», ha indicado el subdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, Cristian Saavedra.

La crisis política en Bolivia estalló tras las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre. Morales proclamó su victoria mientras que la oposición denunció un «fraude gigantesco». La auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha confirmado «irregularidades».

Morales dimitió el domingo y el martes llegó a México en calidad de asiliado político. Áñez se ha proclamado mandataria interina para evitar el vacío de poder dejado por la renuncia del líder indígena y otros altos cargos, asegurando que su objetivo es celebrar nuevas elecciones.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios