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Victoria Domínguez, otra superviviente

Victoria Domínguez, otra superviviente

La marea le trajo a Vox para que triturara el centro derecha y provocara una dispersión de votos que ha favorecido a Ciudadanos

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Miércoles, 1 de mayo 2019, 09:23

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Pedro Sánchez no es el único superviviente político ni el único protagonista de un manual de resistencia. Un desahuciado que ha hecho que el PSOE vuelva a ser el partido más votado en España, cuando nadie daba un duro por él antes de la famosa moción de censura. Pero, aunque ejemplo difícil de superar, en Extremadura tenemos nuestra propia superviviente y se llama Victoria Domínguez, diputada única de Ciudadanos en la Asamblea esta legislatura. Pero política desde hace muchos años más. La suya es también una historia de supervivencia en la cosa pública, en la que no solo ha logrado que el último capítulo de la serie tenga un final feliz, sino que también se lo debe en buena parte a la irrupción de VOX. Un salvavidas que les trajo la marea para volver a flotar. Ambos se convirtieron la noche electoral en ganadores, después de estar por momentos fuera de la política. Los dos por los de casa. De todos es sabido que el mayor enemigo en política es el que tienes al lado. Cuando Domínguez llegó al Ayuntamiento de Plasencia, con los populares en 1999, nadie podía imaginarla fuera de el partido que ha protagonizado la mayor debacle en estas elecciones. Irrumpió en el segundo puesto de la lista del PP, tras el candidato, y después alcalde con mayoría absoluta, José Luis Díaz.

La pugna interna que Díaz mantuvo entonces con Bernáldez por la presidencia provincial del PP, y que el placentino perdió, le pasó factura. En 2003 no repitió como candidato, a pesar de la mayoría absoluta lograda. Ese puesto fue para Domínguez, quien en la pugna había apoyado a Bernáldez. Sin embargo, la decisión provocó una rotunda escisión. José Luis Díaz montó su partido, el CCPL, y logró cinco concejales, frente a los seis del PP, en las elecciones de 2003. El rechazo de Victoria Domínguez a una moción de censura que permitiera sumar los ediles de PP y CCPL y recuperar la Alcaldía placentina la dejó entonces, apenas un año después de haber sido la candidata, fuera del partido. Y se fue, montó el suyo, UPEX, y consiguió los votos precisos, por mérito propio, para continuar las dos legislaturas siguientes en el Ayuntamiento de la capital del Jerte. Hasta que en 2015, previa incorporación a Ciudadanos, se convirtió en la candidata de la formación naranja –el color elegido, precisamente, por Díaz para su CCPL– a la Asamblea. Cuatro años en solitario y muchas guerras también en su nueva formación. Tanto es así que, más allá de las declaraciones públicas, buena parte de quienes en la región están en el partido de Rivera daban desde hace tiempo por hecho que Domínguez no volvería a ser la candidata a la Asamblea. Y su designación como número uno al Congreso fue entendida como algo más que una patada hacia arriba. Porque los números que manejaba la formación la dejaban a unos 20.000 votos de llegar a Madrid.

Pero es una superviviente. Y esta vez la marea le trajo a VOX para que triturara el centro derecha y provocara una dispersión de votos que ha favorecido a Ciudadanos y que ha dejado al PP casi sin el centro y casi sin la derecha. Y Domínguez estará en Madrid en una legislatura en la que Pedro Sánchez gobernará España.

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