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El cariño y la cercanía de la reina Letizia en Mérida
Doña Letizia resolvió la coincidencia de estilismos con un abrazo entre las risas del personal
Inmaculada Vivas difícilmente olvidará el día de ayer en Mérida. No solo por la mención especial que recibió de los premios que concede el Real Patronato sobre Discapacidad en la modalidad de investigación. Fue protagonista inesperada cuando, al recibir el galardón, se vio que llevaba el mismo vestido que la reina Letizia. Un modelo de Mango blanco y negro de apenas 50 euros. Promover la moda española, además accesible, tiene esos riesgos para la realeza. Doña Letizia resolvió el entuerto con un abrazo entre las risas del personal.
La Reina Letizia sorprende en Mérida con un vestido midi en color blanco y negro de Mango. Un look elegante y favorecedor. Para completar el look, ambas han optado por tacones en tono oscuro. Letizia ha vuelto a repetir uno de sus favoritos, sus salones negros de Magrit, un bolso tipo cartera con forma cuadrada de Hugo Boss y pendientes en forma de estrella de Chanel. Esta claro que el blanco y negro no pasa de moda.
No fue el único gesto cercano de la reina, que a su llegada se saltó el protocolo para saludar al poco público que se había congregado en el patio de los naranjos de la Asamblea, unas cincuenta personas que no tuvieron fácil ver a la esposa de Felipe VI desde su posición. A ellas se sumaron algunos curiosos en los balcones de los edificios del entorno. Doña Letizia también se mostró cariñosa con los galardonados. Se vio que estaba cómoda, pero no se le pudo oír, ya que no tuvo ninguna intervención en la concesión de los premios más allá de la entrega de los diplomas. En su lugar, hubo cuatro discursos de cuatro representantes políticos. Uno de ellos, de la alcaldesa en funciones de Mérida, en nombre de todos los premiados, a los que tampoco se pudo escuchar.
En estos actos la seguridad es tan extrema que hay poco margen de maniobra. Multitud de policías, escoltas y responsables de organización velaron por que no hubiera ningún altercado. Al final, al menos, un vino para relajarse. Sin periodistas, claro.
La accesibilidad universal y la plena inclusión reforzaron su condición de derechos fundamentales en la entrega en la Asamblea de Extremadura de los Premios Reina Letizia del Real Patronato sobre Discapacidad, que en su última edición tiene entre sus galardonados al Ayuntamiento de Mérida.
Tras llegar y tomarse la foto de rigor, la reina Letizia se saltó el protocolo para saludar al poco público que se había congregado en el patio de los naranjos, unas cincuenta personas que no tuvieron fácil ver a la reina desde su posición, a las que se sumaron algunos curiosos en los balcones de los edificios del entorno. Después las autoridades accedieron a la sala del antiguo hemiciclo para celebrar la reunión del Real Patronato sobre Discapacidad con carácter previo a la entrega de los premios.