Vergeles: el médico político que le quita horas al sueño
El exconsejero de Sanidad, con experiencia orgánica y de gestión, concurre a las primarias para convertirse en el nuevo líder de los socialistas extremeños
A. B. H.
Domingo, 4 de febrero 2024, 07:29
«Cuando de pequeño me dormía la siesta, en mi casa pensaban que algo me pasaba». Hoy ni familiares ni compañeros ni amigos, ni siquiera ... sus seguidores en X, donde despliega cada mañana una intensa labor de oposición, se extrañan cuando es el primero en felicitarles por su cumpleaños. «Tengo bastante con cuatro horas de sueño, cinco como mucho», dice este médico que, aun con plaza en propiedad en un centro de salud pacense, quiere continuar en la política activa.
Una trayectoria que comenzó en 2000, cuando se afilió al PSOE, y que hasta el momento ha recorrido de la mano de Guillermo Fernández Vara, a quien considera su amigo y de quien ha sido su consejero de Sanidad en sus ocho años consecutivos de gobierno, los últimos cuatro también como vicepresidente segundo del gobierno de la Junta.
Pero además de experiencia en la gestión sanitaria, no en vano le tocó lidiar con la pandemia, este doctor en Medicina y Cirugía por la UEx tiene también experiencia orgánica por las responsabilidades que ha asumido dentro del PSOE y de la mano, igualmente, de Fernández Vara.
Vergeles fue el secretario de sanidad del partido desde de 2011 a 2015, la legislatura en la que el PP ganó por primera vez la Junta y el PSOE se fue a la oposición. En la siguiente, cuando Vara vuelve a ser presidente, el exconsejero de Sanidad entra a formar parte de la Ejecutiva Regional y a participar en la elaboración de los programas electorales, «en estrecha colaboración con la Ejecutiva Federal en materia de sanidad y servicios sociales», detalla. Una colaboración, añade, «que se mantiene a día de hoy».
Considerado por muchos el sucesor natural de Vara, Vergeles quiere ahora tomar las riendas del PSOE. Casado y sin hijos, este hombre al que le gusta leer y viajar, se propone «no vencer sin convencer». Dice que sus armas son la coherencia, el diálogo y una alta capacidad de trabajo, «que puede ser un problema para los demás».
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