Turismo del miedo en Extremadura

La publicación nació marcada por el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza, que influyó en la creación de diversos centros de estudios locales dependientes de las diputaciones provinciales. El primero fundado en España fue el Centro de Estudios Extremeños, que nació en Badajoz en 1925 y, dos años más tarde, editó esta revista, que se publica desde 1927 con un paréntesis entre 1936 y 1945 por la Guerra Civil y la consiguiente represión intelectual. La revista aparece dos veces al año y es una fabulosa base de datos con sus 97 tomos, más de cien mil páginas, casi 3.000 artículos y 1.700 reseñas. Además, se puede consultar libremente en la web: basta teclear Revista de Estudios Extremeños en nuestro buscador favorito.

Es en su último número donde los profesores Rodolfo Arroyo (Universidad Complutense), María Lara Martínez y Laura Lara Martínez (Universidad de La Rioja) publican el artículo 'Dark Extremadura', donde se puede encontrar una relación de lugares de la región donde disfrutar del turismo oscuro, que, sostienen los investigadores. «Genera riqueza y está muy presente en internet». Aportan el dato de que, en 2024, las búsquedas en Google de los términos 'dark tourism', turismo oscuro y turismo negro arrojaron 387 millones de resultados. Sin embargo, no hay ninguna referencia a ese turismo en los planes estratégicos de Extremadura.

Granadilla (turismo del abandono), Museo de la Cárcel Real de Coria, Colonia Penitenciaria de Montijo, columbarios y cementerios de Mérida, Plasencia y Trujillo, de los Italianos (Campillo de Llerena) y de los Alemanes (Cuacos de Yuste), castillos de Feria y Medellín, Centro de Interpretación de las Fortificaciones de la Frontera en Badajoz, rutas de Roma no Paga a Traidores en Casar de Cáceres, del Frente Extremeño de la Guerra Civil en varias comarcas, de los Conquistadores por varias ciudades y pueblos… Estos destinos turísticos, y los que recogíamos al principio del artículo ,ya están en explotación según los autores de 'Dark Extremadura', que, además, proponen otros lugares que podrían formar parte del patrimonio oscuro regional y atraer turistas.

Son Las Casas del Miedo de La Codosera, Huellas de Ovnis de Jarandilla, La Chancalera en Las Hurdes, Los Alumbrados en Llerena, Sanatorio de Tuberculosos de Cáceres, El Motín de la Cárcel de Badajoz, los crímenes de San Martín de Trevejo, Zorita, Miajadas y Puerto Hurraco. No faltan el turismo de catástrofes (Riada de Badajoz y Desastre de Torrejón), el turismo de la esclavitud, de las batallas (Casas de Millán, Zalacas, Montijo, Badajoz, Valsequillo), de las guerrillas (La Serena, Sierra de Gata, Ibores, Sierra Suroeste) ni de las ejecuciones masivas de la Guerra Civil: Badajoz, Mineros de Aldea Moret, Derechistas en Castuera, Los Señores en Cabeza del Buey. Como ven, nuestro potencial del miedo es formidable. Si quieren conocer más detalles de cada punto turístico y su historia, solo tienen que entrar en el número 1/2024, páginas 504-554 de la revista de Estudios Extremeños.