«Trump llega a todos lados, lo que pasa en Washington afecta a Extremadura»
Francisco Rodríguez Jiménez/ Profesor de la Uex ·
Este historiador de Santa Marta ha abordado la figura del expresidente más polémico, del cual afirma que «sabe reinventarse»Es de Santa Marta y ha abordado en detalle a la que es probablemente la figura más potente en el orden mundial, el expresidente norteamericano ... Donald Trump, que el martes pasado anunció que quiere volver a la Casa Blanca en 2024. Huyendo de la caricatura y apostando por el análisis con fuentes diversas y prestigiosas, el historiador extremeño aborda en 'Trump. Breve historia de una presidencia singular' (Comares, 2022), los orígenes y las circunstancias que han rodeado al 45º presidente de los Estados Unidos.
Francisco Rodríguez Jiménez (Badajoz, 1980) fue Premio extraordinario de Doctorado por Salamanca y premio de licenciatura en la UEx. También investigador postdoctoral en Harvard, George Washington y American University. En la actualidad da clase en la Facultad de Educación de la UEx de ‘Didáctica de las Ciencias Sociales’. En 2020 ganó el premio Arturo Barea con un ensayo sobre ‘El Plan Badajoz, entre la modernización y la propaganda política’. Ahora desgrana en 190 páginas el fenómeno de uno de los hombres más poderosos del mundo.
–¿Por qué le interesa Trump?
–Trabajé en Estados Unidos cinco años, de ahí el interés por un personaje tan poliédrico, polémico y mediático, con su cara positiva y negativa. Trump llega a todos lados, también a Santa Marta porque lo que pasa en Washington afecta a España y Extremadura.
–Cuando perdió las elecciones en 2020 los agricultores extremeños esperaban entusiasmados que Biden redujera los aranceles para exportar aceite y aceitunas, ¿hay más efectos en la región más allá de lo económico?
–La inflación por la guerra ya afecta a los bolsillos de todos los extremeños. Lo que sucede en Ucrania está relacionado con lo que pasa en Washington. El mundo actual está hiperconectado, por eso digo a mis alumnos que hay que saber lo que pasa más allá de su comarca.
–¿Es capaz de especular sobre en qué punto estarían Putin y Ucrania de haber ganado Trump en 2020 y ser hoy presidente?
–Es una pregunta compleja. Circula la idea de que con Trump no habría guerra en Ucrania, pero porque no habría resistencia y un país soberano con 50 millones de ucranianos habría pasado a ser súbdito de un sátrapa como Putin, que camparía a sus anchas. Desde Extremadura podemos decir que eso nos da igual, pero está en juego la democracia y los sistemas liberales. Permitirlo habría sido un mal mensaje.
–¿Después de tantas entrevistas realizadas para el libro ha detectado mentiras sobre Trump para ensuciar su imagen?
–Es un personaje que ha cambiado el juego político. Hace de la polémica una virtud para ser conocido. Aparece en 2015 como un político no profesional, pero está implicado en casos de tribunales desde los años setenta y es el presidente con más casos judiciales abiertos. Él mismo va generando la idea de personaje polémico para generar atención mediática. Si en este contexto se ha caricaturizado es el resultado de lo que él mismo va buscando. Por buscarle un aspecto positivo, con el tema de China ha mostrado mayor asertividad con Beijing que otros presidentes anteriores, pero es muy retórica. Quiere que se consuman los productos norteamericanos y financió a sus agricultores a costa del déficit, algo contradictorio en los republicanos que defienden la contención del gasto, aunque a nivel macro las cuentas son muy parecidas a las de Obama.
«Saqué el libro junto al Capitolio con su cara, y un coche empezó a pitar, tiene al país caliente»
Francisco Rodríguez Jiménez
–Han entrevistado para el libro a Barack Obama, ¿cómo fue esa gestión?
–Este es un libro que yo he liderado, pero han colaborado conmigo Carmelo Mesa Lago, un ‘joven’ de 88 años que es de origen cubano y se acaba exiliando, y Pablo Pardo, corresponsal de El Mundo en Washington, que realizó esa entrevista. Yo escribía los capítulos y ellos luego matizaban o corregían. También hay premios Nobel de Economía o profesores de Harvard. El libro es muy juicioso y va más allá de un ensayo sobre un personaje caricaturesco.
–Usted ha vivido en Estados Unidos, ¿se percibe allí la figura de Trump igual que en España?
–He estado en varios periodos, el último de ocho meses en 2022. Estados Unidos es muy variado, no es un país, es un continente. Montana no tiene nada que ver con Massachusetts y Trump en 2020 fue el perdedor más votado. En la América más profunda tiene más predicamento y ha polarizado el país. Yo vivía muy cerca del Capitolio, saqué mi libro con la portada de la cara de Trump para hacer un vídeo promocional y un coche empezó a pitar, no sé si para bien o para mal, pero es significativo de cómo tiene al país de caliente.
–El martes pasado anunció que quiere volver, ¿lo ve ganador en 2024?
–No me puedo mojar porque en política dos años es mucho tiempo. Ahora mismo no es un cadáver político porque es muy hábil retóricamente y capaz de decir que si gana el mérito es suyo y si pierde es de los que le han apoyado. Sabe reinventarse.
–¿El trumpismo es Vox en España?
–Lo analizamos en un capítulo del libro. Trump no inventa los movimientos de ultraderecha en el mundo con Le Pen en Francia, los hermanos Kaczynski en Polonia u Orbán en Hungría. Hay movimientos previos, pero por la influencia de Estados Unidos durante su presidencia prácticas como las medias verdades o el uso de las redes, al hacerlas él da validez a que se hagan en otros países. Vox no es fruto de Trump, pero sí se beneficia de esas prácticas, que aun siendo graves, con él dejan de tener mala prensa. Yo hago una reflexión, y es que Vox es el único partido de extrema derecha que en el caso de Rusia no sigue la línea del resto de partidos de extrema derecha que sí tienen una posición cercana a Putin. No sé si por las connotaciones que tiene Rusia y el comunismo en España durante la dictadura franquista.
–¿Cuando da clases a sus alumnos de la UEx, futuros profesores, nota que están informados y son críticos?
–Trato de enseñar de una manera no memorística y sí exploradora. Fui padrino de una promoción en 2021 y les dije que nos tenemos que creer que la nota de acceso a la Facultad de Educación debería ser tan alta como la de Medicina. Quien va a enseñar a tus hijos debe tener la misma preparación que quien te va a abrir la cabeza. Es una crítica constructiva, que cada uno la entienda como quiera.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión