Solo los ganaderos con pérdidas superiores al 30% por lengua azul recibirán las ayudas
A expensas del permiso de la UE, Extremadura podrá destinar un máximo de 30 millones para los productores ovino y los cereceros
Un tope de 30 millones para ayudas directas a las explotaciones afectadas por la lengua azul en Extremadura y también para los cereceros por ... pérdidas por lluvias. La puerta abierta a las comunidades autónomas a poder usar dinero que no esté ni comprometido ni gastado del vigente Plan de Desarrollo Rural (PDR) puede permitir a la Junta tener esa cantidad máxima. Queda a expensas de confirmación oficial -va a ser el 17 de diciembre- pero es cuestión de horas de que la Comisión Europea valide esa opción. España y Francia, sobre todo, lo han solicitado con insistencia.
Como adelantó HOY el día 13, España buscó una alternativa ante Bruselas para disponer de fondos para ayudas directas toda vez que tanto la Administración central como las autonómicas han centrado sus gastos en la compra de vacunas contra la fiebre catarral ovina. La Comisión acepta que los Estados afectados por «recientes catástrofes naturales sin precedentes» puedan obtener «asistencia adicional con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural» para ayudar a agricultores. O sea, que puedan usar fondos de desarrollo rural que no estén ni ejecutados ni comprometidos para el próximo año.
Las comunidades autónomas tienen preparada su maquinaria para hacer posible tener dinero del PDR vigente (finaliza el 31 de diciembre del próximo año) para la lengua azul y también para el sector cerecero en el caso extremeño. El camino administrativo para hacerlo posible incluye primero la aprobación del reglamento comunitario y después hay que consensuar con la Comisión esa modificación del PDR. Finalmente, hay que sacar la orden de ayudas por parte de los gobiernos regionales que decidan utilizar la opción de ayudas directas. Un proceso que puede extenderse hasta el primer cuatrimestre del próximo año
La Junta ha iniciado su propia tarea contable para saber de qué cantidad máxima puede disponer de los fondos del PDR que no estén ni comprometidos ni gastados antes de unos meses.
Requisito
El máximo que se puede utilizar del Plan de Desarrollo actual para el apoyo a los agricultores y ganaderos por los efectos adversos del cambio climático es del 10% del gasto público total de las anualidades de 2021 y 2022.
Esto, de forma concreta, significa una cifra aproximada máxima de 30 millones según indican a HOY fuentes del Ejecutivo extremeño. «Ahora queda hacer un trabajo de recuento del estado de proyectos y fondos disponibles que afecta a varias consejerías, no solo a la de Agricultura, pero esos 30 millones son el presupuesto máximo disponible que tendríamos para ayudas directas tanto por lengua azul como por daños en las explotaciones de cerezas», reafirman esas fuentes a este diario.
Podrán darse ayudas directas a ganaderos golpeados por la lengua azul, como había solicitado Extremadura, pero no habrá ayudas para todos.
La normativa europea especifica que ese tipo de ayudas directas irán para explotaciones ganaderas y agrícolas que a causa de desastres naturales achacados al cambio climático sufran una gran merma productiva. Exactamente, un 30% de pérdidas en explotaciones.
El concepto de merma productiva debe afinarse pero parece que ahí se puede incluir el número de ovejas muertas, el lucro cesante de explotaciones y otros aspectos vinculados a pérdidas en el caso ganadero. En el caso de la cereza, los kilos perdidos respecto a una cosecha normal. La ayuda directa podría alcanzar los 42.000 euros por explotación.
De otro lado, Bruselas no va a destinar dinero para que los Estados financien la compra de vacunas. La aún comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, dijo hace un mes a la eurodiputada socialista Cristina Maestre (el PSOE lo había pedido) que no puede financiar la vacunación contra la lengua azul porque el presupuesto está destinado a otras epidemias animales «prioritarias», como
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